15 de diciembre de 2011

Lacrimas Profundere "Burning: a Wish" (2001)

Parafraseando a Sui Generis, "hubo un tiempo que fu(i)e hermoso y fu(i)e doomy(libre) de verdad, guardaba todos mis sueños (pesadillas) en canciones(castillos) de cristal..." (jejeje)
Y sí, en una época estos alemanes construían canciones enormes, como castillos, con una fragilidad propia del elemento vítreo indicado.
Y no hablo de antiguos lanzamientos, ya que algunos de los editados en la década del '00 son cachetazos darkies repletos de melancolía y tristeza popy, con canciones gancheras difíciles de olvidar. Claro, alejados ya del Doom que los viera nacer, ese de claras influencias inglesas (My Dying Bride, Anathema). Por supuesto que no incluyo entre sus grandes discos al último editado en el año 2010, que tiene menos fuerza que esas bandas neogóticas y neotristes yankees tan de moda, y a las que actualmente les afana hasta la imagen Lacrimas Profundere.
Este disco es uno de los más logrados, en donde todavía mantienen elementos del metal oscuro y opresivo de antaño, pero ya empiezan a aparecer el gancho y refinamiento de otros géneros (el pop y el Dark a la cabeza), que permiten mover el pie y la cabeza casi instintivamente.
También hay más matices vocales, realzando incluso las voces podridas cuando aparecen para darle una contundencia inesperada a las composiciones.
Justamente, y creo no equivocarme, este es el último lanzamiento en contar con la podredumbre vocal como guía principal en los caminos de la oscuridad alemana. También son las últimas influencias inglesas (metálicas), donde aparece como una negra gema esa maravilla que fusiona lo mejor de Paradise Lost, Anathema y My Dying Bride, titulada "Morning...grey"....
Después ´quedaría todo en manos de Finlandia (H.I.M.) Suecia (Katatonia), para desbarrancar estrepitosamente el año pasado.
Pero, repito, este es un hermoso disco, para acompañar momentos lluviosos y grises, en un atardecer/amanecer de domingo, cuando las lágrimas se resisten a secarse.

10 de diciembre de 2011

Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota "Oktubre" (1986)

Hay discos dentro del espectro local del Rock (y de la música en general) que son sencillamente intocables, que están más allá de la comprensión o el entendimiento del momento en que son editados, y que, como ocurrió con el "Artaud" de Pescado/Spinetta (ya reseñado por otro lado en este blog), luego de tantísimos años de haber visto la luz, siguen generando cientos de comentarios, análisis y teorías sobre como se compuso cada uno de los temas que componen el disco.
Así, "Oktubre" fue editado hace ya 22 años, y marca la cima compositiva de la banda que llegaba así a su segundo disco...realmente increíble que tanta solidez y química se alcance de forma tan temprana en una banda. La explicación la encuentro en el tiempo que llevaban tocando juntos y que los había llevado a ser uno de los números principales del rico underground porteño de aquellos años, junto con bandas como Sumo, por ejemplo.
Aquí nos encontramos con 9 grandes canciones que a se encuentran inscriptas en la mente de todos aquellos que por uno u otro motivo se cruzaron con esta obra, en la que está perfectamente amalgamado el arte y la política (obviamente es una de las lecturas posibles, entre tantas otras). Los culpables de esto fueron: El indio Solari, Skay, Willy Crook, Piojo Abalos, Tito Fargo y Semilla Bucciarelli. Como invitados tocaron Daniel Melero en teclados y Claudio Cornelio (de Don Cornelio) en percusión electrónica. Los nombres de aquellas hablan por si solos: Fuegos de octubre, Preso en mi ciudad, Música para pastillas, Semen Up, Divina TV Fuhrer, Motor Psico (que canción!!!!!!!), Ji Ji Ji (no lo soñé!!!!!!!!! y voy corriendo a la deriva.....), Canción para Naufragios y Ya nadie va a escuchar tu remera, todas canciones "para los desclasados y los expulsados del sistema"...de hecho siempre se asoció a Los Redondos con cierta pertenencia social, casi excluyente....y era un sinsentido que algún cheto siquiera tuviera acceso al universo preclaro que te regalaba el Indio y su poesía callejera.
En esta banda y en los Ratones Paranoicos encuentro el lamentable origen de las bandas de "Rock Chabón"....en el que el público pasa a ser más importante que la banda en si y la música que ella ejecuta. Patéticas demostraciones de la talla de "Callejeros" o "la 25" por citar los ejemplos más vergonzosos, no serían nadie sin la inspiración y las ideas robadas a bandas como "los Redondos". Es el único "reproche" que elevo a esta banda, ya que desde otro punto de vista, están más allá de cualquier crítica (por lo menos en los primeros discos, y desde mi punto de vista).
De este disco en particular me sorprende que marque la casi disolución de la banda, (ya que después de su grabación y presentación se fueron casi todos); por otro lado sirve de mojón para comprender una parte de la historia de las calles porteñas en un momento determinado (los años '80), y que puede ser entendido y/o decodificado por personas que vivimos en el interior del país, o quizás en otro..si así ocurre déjemenlo saber.
Un disco del carajo, de una época del carajo, y con una historia del carajo...disfrútenlo, carajo!!!

Sumo "Divididos por la felicidad" (1985)

joy
La etiqueta Discos clásicos se puede aplicar a toda la -escueta- discografía de la banda.
Creo que después de Sui Generis y Almendra (primera banda del Flaco), fue la banda que me llamó la atención durante mi preadolescencia.
Si bien yo ya tenía algunos discos encima, de Rock Nacional (argentino), como el primero de Fito Páez, los mencionados Sui Generis (dúo Folk-Rock formado por Charly García y Nito Mestre, en la década de los '70), Pastoral (otro dúo folk argentino) y Almendra, tuve la suerte de escuchar mi primer tema de Sumo a los 12 años...y creo que fue "la rubia tarada" o "Los Viejos Vinagres", y me pareció súper raro que fuera una banda argentina.
Todo en su sonido, entendí años después, remitía a Inglaterra, que fue de donde Luca extrajo la mayoría de su bagaje cultural. Lamentablemente, al poco tiempo de escucharlos por la radio, me entero que El Pelado (es, fue y será el único Pelado del Rock argentino) se había muerto.
Posiblemente haya sido la primera vez que pude experimentar la tristeza de perder algo querido. Tal vez darme cuenta -dolorosamente- que todos en algún momento nos morimos.
Fue esta banda la que me llevó a la parada "...Carlos Gardel...es la estación del Abasto...", porque tenía que conocer ese lugar que había enamorado de alguna forma a un italiano de nacimiento, que estudió en uno de los colegios de élite de Escocia, y que terminó en Argentina...escapando de la heroína y la adicción que seguramente lo habría consumido 7 años antes en Europa.
Me fui un poco por las ramas. Los integrantes de Sumo en este disco fueron
Luca Prodan (Voz); Alberto Troglio (Batería), que había reemplazado a Sokol; Diego Arnedo (Bajo), luego en Divididos junto con Mollo; este y Germán Daffunchio en guitarras y Roberto Pettinato (Saxofón), quien por aquellos tiempos fuera el director de una de las mejores revistas en la historia de la Argentina: Expreso Imaginario.
Por ahora los dejo con el debut oficial de Sumo (sin contar la producción independiente), la más inglesa de las bandas argentinas.
Y sin ninguna dudas la primera en introducir la ironía, la acidez y la extravagancia dentro de la música en nuestro país...sorprendiendo a todo el mundo...músicos inclusive.
Gracias por tanta música.

Pescado Rabioso "Desatormentándonos" (1972)

Pescado
Argentina tiene una historia tremendamente importante y rica en bandas de Rock, Jazz y Blues, junto a nuestros hermanos del Río de la Plata, Uruguay (los geniales hermanos Fatoruso inspiraron a varios de este lado del río).
Justamente de acá, y para sonar repetitivo, uno de los pioneros/primeros fue el inconmensurable Flaco (Spinetta , ¿quién más?), con su banda Almendra.
Luego de separarse de sus compañeros de ruta, armó un power trío con Black Amaya en batería y Bocón Frascino, más el invitado Carlos Cutaia en órgano Hammond para la canción "Serpiente (viaja por la sal)", bajo el título de Pescado Rabioso. Y volvió a dar que hablar, con una historia discográfica corta pero de una calidad inigualable.
En este primer disco, nos encontramos de movida con un blues del carajo, "El blues de Cris" que cierra una historia de amor que había comenzado en "Muchacha (ojos de papel)" de Almendra.
Ahí nomás, pegadito, "El Jardinero (temprano amaneció)", con la voz de Luis plagada de eco que recita amarga y oscuramente: "Una mañana amanece el jardinero, y observa la desilusión en todo lo que lo rodea...". Un gran ejercicio que mixtura el blues y la Psicodelia, con enormes sonidos progresivos, elevando a categoría de clásico absoluto esta canción.
Hay también una canción hippie para emocionarse hasta las lágrimas, el hermoso y optimista "Dulce 3 Nocturno", con una voz angelical del Flaco: "Deja tu miedo atrás, alguien te sonreirá...piensa, abre tu mente al sol...(todo irá) todo irá mejor...Antes de despertar, de este, tu cuerpo actual, verás, tu voz sabrá gritar...(todo irá) todo irá mejor...Dulce 3 nocturno, se aparece...mostrando su signo, detrás del diamante, ¿será azul? Dulce 3 nocturno, necesito, que cuentes tu historia, para conocerte...ven hacia mí, ven hacia mí, dulce 3..." Es casi automático, este tema me lleva al descomunal, único e irrepetible "Artaud" (1973), ese proyecto de disolución en plan solista del Flaco...cuando la banda ya no existía.
El Flaco pide, susurra...y vamos hacia él, tranquilos, para que nos estampe en la cara el tema más pesado del disco, "El monstruo de la laguna", y esa declaración furiosa acerca de la falsedad de la caridad del universo, con un grito casi primal, que encierra una furia que casi no se le conocía al Flaco, aquel de Almendra.
Aparte, es muy interesante resaltar el año de edición del disco, que en la Argentina nos remite al preámbulo de los años más oscuros de nuestra historia, con la violencia desplazada a casi todos los ámbitos de la vida, incluída la música (¿ o no forma parte de nuestra vida acaso?). El universo en Argentina, era horrorosamente voraz, y ya había empezado a comerse a unos cuantos jóvenes, incluso antes de la llegada del líder desde España.

Entonces, decía, el tema más pesado del disco, con ese riff gordo y violento que se repite a lo largo de los 5 minutos y chirolas de ese Rock entre podrido y poderoso.
Hace rato mencione la psicodelia. Jejejeje!!! Escuchen el viaje de ácido de Castaneda versión Spinetta modelo '72, acompañado por el genial Cutaia (quien después tocaría en La Máquina de Hacer Pájaros, esa banda de Charly maravillosa.
Si bien el disco finaliza en ese trance hipnótico, hubo tres simples que estuvieron rondando durante esos años, uno de los cuales se popularizó con una película argentina que hoy recuerdo con ternura, aunque si la viera hoy diría que es insoportable: "Tango Feroz".
Esos simples son tres canciones tan importantes como las del disco y son "Despiértate nena", "Me gusta ese tajo" y "Post-crucifixión", siendo la segunda censurada en aquellos años. El último tiene un riff por el cual Deep Purple habría pagado fortunas.
Si quieren saber que escuchaba el Flaco por aquellos años, solo tienen que prestar atención y escuchar entre líneas.
Hay un malestar que nos atraviesa y nos implica...y del cual no podemos excluirnos...ya estamos adentro. Ese malestar que nos carcome como un gusano puede ser mediatizado de varias formas, aunque no muchas.
Una de ellas es la música, la que consideramos nuestra música, esa que escuchamos justamente cuando el vacío se nos presenta incomensurable y angustiante.
La música es la forma de desatormetarnos frente a tanta "realidad". Y el Flaco, con discos como este, construyó una "realidad propia" que todos los que amamos su arte adoptamos e interiorizamos como nuestra.
Y así ese vacío, momentáneamente, pasa de largo...hasta que se termina el disco. Perdón por lo extenso, pero con el Flaco pierdo la noción del tiempo.

Los Natas "El Hombre Montaña" (2006)

hombre
Recién escribía la reseña de Twinemen, y hablaba de un viaje. Que mejor para continuar con este viaje (retro) que subidos a la camioneta de este increíble trío argentino de Stoner Rock...bah, que carajo me importan las etiquetas si en definitiva es una de las mejores bandas actuales del Rock Argentino-y si me apuran las ubico dentro de mi Top Ten argentino de todos los tiempos-.
Estoy frente a su último disco de estudio, luego del hipnótico y ya clásico "Toba trance". Para mi fue una sorpresa ya que después de semejante laburo (disco doble y súper experimental), se despachan con este Rock rutero, pesado, con ese sonido analógico que ya los caracteriza, y sin perder un ápice la fuerza demostrada en discos anteriores.
Desde el comienzo con "El Bolsero" y su descripción de la vida en la ruta durante las giras (o eso interprete, y es lo que más me gusta), con un riff tremendamente gordo y preciso; pasando por la canción llena de actitud ("...jamás volver atrás...") "Amanecer Blanco", con ese estribillo melancólico que te atrapa y te llena el alma.
Todos las canciones son maravillosas. "No es lo mismo" me hizo acordar a un viejo tema de ellos de hace unos años, sobre todo al comienzo. Y la primera manada de gliptodontes te pasa por arriba casi sin que te des cuenta, porque empezó a sonar "Humo Negro del Vaticano", y la guitarra es lo de menos, o eso te hace creer la batería de esta bestia emuladora de John Bonham llamada Walter Broide, y si no escuchen después de 4'16'' y me refutan lo que les estoy diciendo (jeje).
¿Te gusta el Thrash? Probalo en clave Stoner en "La Espada en la Piedra", con una gran cuota de influencias Punk también.
Y Sergio Chotsourian que cada día hipnotiza más con sus instrumentos (guitarra y voces). ¿Decís que exagero? Escuchá "El Ciervo"; y el primer rebaje a lo largo del disco, "El Camino de Dios", un acústico que si nadie te dijese, podrías pensar que estás frente a algún chamán que leyó mucho a Castaneda, y después se mudó a su lugar en el mundo, El Bolsón.
Ese trance hipnótico que comenzó en "El Ciervo" se pone más denso y espiritual en "De las cenizas, el Hombre", con una zapada hermosa que te haría olvidar cómodamente a The Doors, abriendo otras puertas de la percepción.
...Muy retro no?...Esperá llegar a "El Soldado" y no vas a poder creer lo que estás escuchando. Una de las mejores canciones de la discografía de esta banda. Y Sergio cada día (cada minuto)me convence más con sus historias. A modo de "aperitivo paradójico", antes del final, está "Lanza ganado", un instrumental que te quita el aliento. Pero esperá, no te quedes sin aire que falta "Sigue, Sigue" para cerrar la maravilla que representa este disco. Disco difícil de digerir como una montaña...pero, una vez que lo escuchaste lo suficiente, no podés abandonarlo.
Como pasa con todos los grandes discos, esos que se quedan grabados a fuego en tu memoria, y que te hacen buscarlos después de años, para volver a escucharlo como si fuera la primera vez.
Es cierto que ya es una sana costumbre después de tantos años, pero gracias por tantos buenos momentos, Natas. Muchas Gracias.