13 de septiembre de 2015

Three Year Matured Virginia Dunhill, en una Rossi Astoria

Un verdadero placer esto de elegir que tabaco vamos a fumar y en cual pipa.
En este caso un obsequio de una amiga y colega recién llegada del viejo continente.
La elegida es una pipa muy especial, fue la primera que tuve, y llegó casi acompañando a mi hijo Lucas, de manos de mi padre Lucas: una Rossi Astoria, con boquilla de carey, pequeña, ideal para degustar un tabaco nuevo.
Lo primero que hago es atender a lo que me dice el olfato apenas abierta la lata: profundamente aromático, frutal y cítrico.
Ahora la vista, y lo que me informan esos dos globos en conexión directa con mi cerebro, son los colores: una variada tonalidad de amarillos (algunos más claros y otros mas oscuros), hebras amarronadas y rojizas se entremezclan con muy pocas de tonalidad más oscura, de un marrón bastante más oscuro. La guía internacional más completa de la web tobaccos reviews dice que este blend está compuesto por Red Virginias maduros y hojas de Orientales, suavemente aromatizadas por una mezcla de esencias frutales, siendo un blend histórico de la firma discontinuado en el 2007, y relanzado este año.
Al tacto, el tabaco viene un poquito más seco a lo que estoy acostumbrado en esta marca, pero la carga es muy fácil en la pipa elegida, y quema perfectamente; de todas formas hay que andar con cuidado porque si se lo apura mucho, levanta bastante temperatura.
Al paladar es bastante agradable y suave, y para nada empalagoso, como muchísimos aromáticos que se exceden en el proceso de añadir esencias.
Un vez que alcanza la temperatura ideal, el sabor del Virginia es pleno, ocultando esas esencias florales, aunque dejando un leve toque cítrico al fondo del paladar y un aroma (no sabor) frutal en el ambiente.
No desprende casi humedad, y eso es algo que se agradece, sobre todo al fumar en una pipa que es corta y recta, ya que podría estropear directamente la fumada.
En el último tercio de la fumada, el tabaco no pierde sus características sino que aflora un poco más el tabaco oriental dejando un leve picor que no es para nada agresivo, y sin que esté esa molesta acidez que casi indefectiblemente aparece en los aromáticos...pero claro, estamos frente a un Dunhill, que junto con los tabacos Peterson y los Samuel Gawith, son de lo mejor que hay actualmente en el mercado a nivel internacional (y metería también a los tabacos Sentimiento Nacional del blender argentino Antonio Petti).
Una vez finalizada la fumada, puedo decir que tiene una nada despreciable carga nicotínica, y deja un gusto perdurable en boca y un aroma agradable alrededor nuestro. La ceniza es entre blanca y gris, y sin una pizca de grasitud, lo cual indica que estamos en presencia de un gran tabaco (hagan la prueba de la ceniza con un cigarrillo y me cuentan la diferencia.

2 comentarios:

  1. Excelente nota de cata Emiliano,concreta acertada y progresiva. Muy bueno Cofrade Buenos Humos(en este caso,EXCELENTES)😉 un abrazo Emilio von.

    ResponderEliminar