26 de enero de 2016

Mezcla Oriental Azul de Tabacos S.N., en Butz-Choquim capitan 70

Después de casi un año de fumar diversas mezclas del Maestro Mezclador Antonio Norberto Petti, en varias de las pipas de mi colección, me decidí por una de las que más me gusta de sus variadísimas mezclas inglesas, la Oriental Azul, compuesta por una mezcla equilibrada de Virginias madurados y Burley, más el agregado de hojas orientales, Latakia siria y perique de Loussiana.
Como siempre hago, lo primero a lo que le presto atención es a la presentación: podría decir que es lo único "flojo" de este y los demás tabacos Sentimiento Nacional, en un pouch de 50 grs, sobre transparente y con el sello de S.N. estampado en color celeste y blanco. Y digo flojo, porque con la calidad del tabaco que tiene dentro ese simple sobre plástico, si tuviese una presentación, no sé, en lata, podríamos estar pagando una pequeña fortuna por esos 50 grs de tabaco.
El detalle que resulta más que interesante, es que este sobre transparente permite advertir el color del tabaco, y eso se agradece y tira por tierra la impresión inicial de la presentación estética. Entonces, los colores y el corte: la presentación es en ribbon de tonos marrones (desde claros a mas oscuros, sin llegar a los amarillos), con los ribetes muchos más oscuro de la latakia y el perique.
Abrimos el pouch (la verdad que ya estoy terminando esos 50 grs), y el aroma tiene una sutileza increíble, ahumado pero penetrante, y para nada agresivo.
La humedad es la precisa, y se puede fumar ahí mismo, sin necesidad de airearlo. Justamente, gracias al corte y a la humedad, se puede cargar cualquier pipa, ya sea grande o pequeña.
Enciende perfectamente de forma cómoda y no se apaga más, inundando el espacio de un aroma a campo y a tierra mojada como se sienten en las mejores mezclas inglesas, con notas penetrantes, pero sumamente relajantes.
En la primera mitad de la fumada, se percibe mucho más los Virginias dulzones y la latakia, y a medida que va adquiriendo temperatura, empiezan a presentarse, ya promediando la mitad de la fumada y hacia el final, prevaleciendo el burley y el picor característico del perique, sin que resulte agresivo a la lengua y al paladar (no muerde, lo probé fumando dos cargas seguidas), algo que es una característica presente en todas las mezclas de S.N. que probé.
La carga nicotínica se siente justamente hacia el final, y resulta media/alta, sin que te duerma o te produzca ese sopor de tabacos más heavys.
Terminada la fumada, prácticamente no hay humedad en la pipa, por lo que resulta fácil de limpiar, y la ceniza es casi blanca con algunos grises, y sin una pizca de grasitud.
Lo que se dice un verdadero manjar, y un tabaco que es indispensable probar y tener (de los tantos de S.N.)

24 de enero de 2016

Senegal Grindcore Mafia "Hay Daño en Casa" (2015)

Me acuerdo cuando hice la reseña de su primer single, el año pasado, antes de la salida de esta otra bestialidad que me tuvo a mal traer durante bastante tiempo.
Parece cierto que hay "más formato" canción, si ello se puede aplicar a la locura que destilan estas canciones.
Es cierto, el grado de violencia y vértigo es claro desde el arranque con "Toda la grela", pero no hay solo violencia, ya que con el tiempo, eso que parecía un caos ruidoso y extremo, va dejando paso a toneladas de información y capas y más capas de violas que se superponen y van regalando incluso melodías y estructuras gancheras que-resta decirlo-no había en la banda anterior de Posse y Bianchi (guitarra y bajo respectivamente), los conocidos Random (hay ya disueltos según parece).
Pero no todo pasa por estos dos músicos, ya que la otra parte de la sección rítmica de la Senegal, Germán Gómez, hace un laburo de relojero, sosteniendo con precisión el esqueleto de los temas, y agregando un toque de groove increíble, sin dejar de sonar pesado y denso cuando hace falta.
También hay que destacar que lo que se dejaba escuchar en aquel single respecto de la mayor libertad en las violas, aquí se confirma, resultando una química maravillosa entre Posse y Gaspar Rojas, el otro violero.
¿Puede una banda extrema sonar funky? Escuchen el inicio de esa gema titulada "Queme Oren" y después charlamos, donde también aparece una veta más lenta y ambient como para dar lugar al respiro necesario para continuar.
Cada uno de los temas se destacan y se diferencian del resto, lo cual también ya es raro para una música tan extrema, logrando a mi entender, uno de los mejores discos nacionales pesados editados en muchísimos años.
Ojalá haya muchísima más Mafia, vale la pena aturdirse con semejante muestra de versatilidad.

Uroboros "Deiphagomega" (2015)

Otra bestialidad que no paré de escuchar desde que apareció, el año pasado.
Otra bestialidad escupida/vomitada por el glorioso under argento, que ya a esta altura demuestra una envidiable salud y productividad, así como una seriedad de los músicos para encarar sus proyectos que no hace sino repercutir en la música que podemos escuchar.
Así como había señalado la presencia de la rusticidad y el sonido low fi de su e.p., aquí si bien sigue presente, pero todo es más. Porque suenan más rústicos y violentos, muchísimo más enojados, pero también muchísimo más enfocados en cada uno de los temas, y con letras que destilan sangre, odio, violencia...pero no solo eso.
Es increíble como los riffs se fueron clavando en la mente, y todo fue tomando forma amalgamándose perfectamente música y letras como un amasijo único que permite vivir en este tiempo de bestias.
No puedo dejar de sorprenderme por la veta doom que explota el dúo en varias canciones, logrando que se articule a la experimentación con violines y sonidos varios, que le dan a la música de Uroboros un estilo muchísimo más maligno e hijo de puta que aquel e.p. reseñado en nuestro blog, mostrando incluso -oh, término pedorro y berreta que detesto- una evolución descomunal en la composición.
¿Evolución dije?
Sí, también hay arranques blackers y gritos desesperantes que remiten a lo más suicida que te puedas imaginar, y algún que otro toquecito jazzero/incidental, obsequio del saxofón de otro loquillo amante de la experimentación, Manuel Platino.
Palabras parte para la portada del disco, obra de Andrés Córdoba, generando un cuadro tan perturbador y mítico como perfectamente conjugado con la poderosa música, que está allí, cerca de nuestros oídos y lista para servirnos como compañía perfecta en estos tiempos que corren.
Otro de los grandes discos que parió la escena. Otro de esos que se necesitan escuchar y escuchar, para darse cuenta que pasaron meses y uno se perdió en el tiempo y omitió hacer la reseña correspondiente.
Espero saldarla deuda con este conjunto de canciones que aún me acompañan.
P.D.: el sello no podía ser otro que Zann's Music, recomendándoles que se acerquen a su bandcamp

23 de enero de 2016

Psicosfera "Alpha" (2015)

Un poco desmotivado para hacer reseñas como se podía ver en el historial del blog, pero no por no haber estado escuchando música, sino todo lo contrario. Toneladas descomunales de música para digerir y sorprenderse, en general gratamente.
Y mejor todavía, muchos de los grandes discos que estuve escuchando son de mi país.
En este caso tenemos el debut de Psicósfera, que no necesariamente es un debut en el blog de uno de sus músicos, ya que don Gabriel, violero, es el encargado de llevar adelante esa deformidad blacker/doomer llamada Hellige.
La cosa acá va por otro lado, y tiene más “formato canción”, lo cual no significa que la cosa sea amigable, por supuesto.
Podríamos hablar de una banda que tiene influencias múltiples, pero que por suerte (y gracias a la capacidad de los músicos, obviamente) no son evidentes, y resultan secundarias al disfrute de la música. ¿Cuáles son esas influencias? Hay cosas de Neurosis y Mastodon, sobre todo en la intensidad que adquiere la música cuando baja de revoluciones...
También hay cosillas dando vuelta de gente que se dedica a hacer el black más hijo de puta, como Deathspell Omega o Blut Aus Nord, pero no en la veta industrial que se podría suponer, sino en esos arranques de guitarras violentos y disonantes que te pone los pelos de punta.
También escuché, como escondido entre las estructuras de los temas, una leve llamada drone, evocando pasajes oscuros de Sunn O))) o Earth, para ser más preciso.
Y lo mejor de todo, es que todo suena tan orgánico que te enganchás rápido con la propuesta que no es pop para divertirse precisamente.
Los responsables de este viajecito psíquico instrumental, son aparte de Luque (guitarras), Juan Facundo Brinville (batería, también vocalista de Morte), Gabriel Sabatini (guitarras, también  de los extremos brutales Abolition of Impediment y de Inexistence), y el invitado y compañero de Sabatini en Abolition, Juan Martín Venezia en bajo.
Una experiencia densa y, paradójicamente refrescante.
A seguirle la pista a esta gran banda argentina.