28 de diciembre de 2009

Philip K. Dick "Ojo en el cielo" (1957)

Philip Dick es uno de los escritores de ciencia ficción más brillante de la historia, al lado de genios de la talla de Ballard y en menor medida Ray Bradbury.
He leído mucho de ellos, y de Dick, y hasta ahora no me encontré pensando "que aburrido este libro, o esta historia".
Aunque hay algo que caracteriza las obras de ficción de Dick, y es lo siguiente: de repente uno esta en un mundo que no sabe como funciona ni cuáles son las reglas que determinan dicho funcionamiento; incluso pone en tela de juicio la supuesta evolución de los seres humanos, a la cual estaríamos irremediablemente atados.
Este historia en particular es tan atrapante que puede ser leído en menos de 1 día. Y encima es muy divertida, casi graciosa si no nos tomamos el trabajo de leer entre líneas acerca de lo que escribe el autor.
La visión de Dick (como también la de Ballard, Bradbury, y unos cuantos más) es extremadamente pesimista, y por momentos los personajes rozan la estupidez más recalcitrante.
Durante una visita a cierta instalación militar llamada Bevatrón ocurre un terrible accidente, que desencadena una especie de viaje a través de sucesivos mundos paralelos, regidos por las mentes de los que sufrieron dicho accidente.
Así, por ejemplo, atravesamos un mundo donde la religión puede arreglar, si se len los salmos pertinentes, un auto averiado. U otro mundo, producto de la mente de una tilinga que elimina todo lo que no le gusta...o un mundo liderado...imaginado...pergueñado por una mente comunista, quien a su vez es la esposa de Jack Hamilton (uno de los protagonistas de la historia) de quien se sospecha dicha tendencia política en plena época macartista.
¿Que tan peligrosa y nefasta puede ser la idea única como regente del mundo? Por más de que dicha idea parezca naif, y hasta un poco tonta, pronto las conclusiones nos arrastran a lo peor de la dirección de conciencia (o de voluntades, y una imposición brutal que busca eliminar lo diferente).
Otra vez Philip Dick nos arrastra por tormentosas especulaciones, poniendo en duda nuestras ideas preconcebidas, y generando una maravillosa intranquilidad.
Un escritor único e irrepetible.
Acá

Amorphis "The Karelian Isthmus" (1992)

Muchas veces me encuentro utilizando las palabras misticismo y/o épico para describir a cierto tipo de música. Escuchando este disco debut de Amorphis es necesario reforzar esas palabras, porque no se si en esa época se podía encontrar algo que tuviera la agresividad del Death Metal y al mismo tiempo una densidad que casi se puede palpar mientras se escucha el disco.
El comienzo te lleva al campo de batalla de la batalla, donde nos espera un reguero de sangre como para llenar unas cuantas piletas, jejeje.
La verdad es que es muy impresionante este disco. No fue el primero que escuché de la banda; ese fue "Tales from the Thousand Lakes" (1994), que tenía un poco más de psicodelia. Acá todavía está muy presente el Death, pero las guitarras suenan tan gordas y embarradas, tan lentas, que hacen un juego perfecto con esa voz gutural a cargo de Tomi Koivusaari (quien era el guitarrista de Abhorrence, antigua banda death metal donde también tocaba el actual bajista de Impaled Nazarene).
¿Que tiene que ver esto? Que el último tema del disco es un bonus, un cover de esa banda que salió en el demo "Vulgar Necrolatry" (1990).
La joya del disco es la canción titulada "The lost name of God", casi un proto-doom, cuando las bandas que le dieron vida, o que revivieron el estilo estaban dando sus primeros y rústicos pasos.
Como todo disco debut de aquella época, y sobre todo del estilo, rezuma brutalidad y honestidad por todos lados.
Y eso sigue siendo impagable.

Kari Rueslatten "Demo recordings" (1995)

kary
Por un momento vamos a bajar las revoluciones y a tranquilizarnos u poco, solo un poco. Pero siempre dentro de la región geográfica que supieran habitar los vikingos hace tanto años.
Si leyeron los post anteriores sabrán quien es esta hermosa criatura noruega, que antaño estaba dentro del mundo del Metal, del Doom Metal para ser más preciso, en su banda The 3rd and the Mortal, con quien lanzó un e.p. y el glorioso "Tears Laid In Earth" (1994). Allí terminó su participación dentro de la banda, aunque realizó un par de proyectos relacionados con el Black y el Folk noruego acompañando a Satyr (de Satyricon) y Fenriz (de Darkthrone) en Storm.
Y comenzó su carrera solista apuntando a la vertiente más angelical del Folk nórdico, siendo este su lanzamiento debut.
Las canciones son oscuras (como corresponde al folk nórdico) pero no tienen esa cuota de música saltarina que tienen los lanzamientos de artistas suecos, por ejemplo. Algo importante es la melancolía que desgranan sus composiciones, que se asocia a lo que era su reciente pasado dentro de la citada banda Doom.
Lo único que puedo decirles es que se sienten en su silón favorito, con una luz preferentemente tenue y acompañen la escucha con un buen té (preferentemente rojo), y disfruten de este viaje seguro a tierras conquistadas por el frío, y el paisaje se torna tan hinóspito que es difícil salir a pasear por los bosques. De todas formas eso no tiene que ser un problema, siempre que tengamos a mano discos de semejante belleza.
Poesía pura.

Horna "Envaatnags Eflos Solf Esgantaavne" (2005)

pergaminos
Horna viene dando batalla al cristianismo y, al mismo tiempo, expandiendo su idea de paganismo y ocultismo desde comienzos de la década del '90, tomando como base de operaciones las oscuras y heladas tierras de...si, otra vez: Finlandia. Repito, posiblemente sea este país la puerta de entrada a la dimensión infernal que tanto satanistas buscan desde hace milenios.
¿Cuál es el sonido logrado? Y...o lo amás o lo odiás, porque lo de ellos no son las sutilezas neoclásicas, ni lo sinfónico aplicado a la idea del mal. No, ellos decidieron seguir el camino marcado por Darkthrone, realizando canciones primitivas pero tan gancheras que se hace imposible no mover instintivamente la cabeza y los pies siguiendo el ritmo hipnótico de esos riffs de tres tonos tan propios del Punk.
Eso es lo que hizo Darkthrone, ¿o no?. Esa monotonía y minimalista cumple aparte la importante función de atraparte, porque lo primero que uno se pregunta es: ¿por qué carajo me gusta esto que es tan cuadrado y repetitivo? ¿Por qué algo tan simple se incrusta en mi mente y se torna imposible dejar de escucharlo?
La respuesta que siempre tengo a mano es: la verdad, no importa demasiado. Una cosa te gusta y listo. Tendrá sus virtudes o no. O por ahí te gusta justamente por poseer ciertas virtudes negativizadas.
Lo importante es que las canciones son gloriosas, con ese gancho old school que tienen las bandas que bucearon en el punk y estilos más viejos para rodear sus canciones de oscuridad sin sonar retorcidos.
Por otro lado, y siguiendo el IMPRESIONANTE arte de tapa, supongo que las letras estarán cargadas de misticismo en estado puro. Suposición que también sirve de mucho a la hora de disfrutar de una banda que canta en su lengua natal y de la cual no pude encontrar una maldita traducción.
Así que a disfrutar de esa preciosa mezcla de Black, Punk y Rock and Roll que tanto aire le dio al género últimamente.

Ulver "Shadows of the Sun" (2007)

sombras
Ulver dejó de pertenecer al mundo del Metal allá por el año 1997, con su disco "Nattens Madrigal - Aatte Hymne til Ulven i Manden", el más brutal de su carrera y acaso un clásico del género, supuestamente grabado en vivo en los bosques noruegos.
Después de ello, una seguidilla de discos que paseaban (nos paseaban) por la música electrónica, el Ambient, los Soundtrack de películas, un rock muy circense-casi deudor del Arcturus más volado- (en su disco "Blood Inside" (2005)), y las logradas e impensadas influencias del Jazz ("Perdition city" (2000)).
Este que me ocupa hoy es hasta hoy el último disco de estudio de los noruegos experimentales por excelencia. Y significa otro volantazo en su carrera, que no era posible predecir justamente desde su obra anterior, el rockero "Blood Inside" (2005). Lo mejor de todo es que Garm vuelve a utilizar su genial voz, cosa que no hacía desde el año 2000 (exceptuando "Blood Inside", por supuesto).
Allí es donde radica la extravagancia que representa por si sola esta banda. Sus mutaciones, sus metamorfosis son continuas, y desde el año 1997, no existe ningún disco que se parezca entre si, y aún así no se leen quejas en ninguna parte. Son igualmente reconocidos por la escena Black (a la que ya no pertenecen), la música electrónica, el Ambient, etc.
Sus músicos son tan inquietos como sorprendentes, y cada lanzamiento sintetiza una experiencia nueva dentro de la concepción del sonido que la banda tiene.
Evidentemente, el cerebro detrás de todo esto es su líder, el cantante, compositor, programador, etc. Garm (quien participara en Arcturus, Borknagar, Head Control System, etc).
Una banda impresionante, con uno de los mejores cantantes del ambiente, y con una discografía plagada de aciertos. Este es uno de ellos, en donde logran climas que te arrastran en una especie de trance alucinógeno por lugares desconocidos, y no te suelta hasta que el disco termina. Casi como si el animal de la tapa te llevara a rastras y contra tu voluntad a lugares que solo él conoce.
Ulver, una experiencia que hay que atravesar para entender la música de este siglo.
La puerta está abierta.

Immortal "At the Heart of Winter" (1999)

invierno
Immortal fue (perdón, es) uno de los baluartes del Black Metal noruego, junto con Emperor y Mayhem.
Si bien sus discos son parejos, con un nivel por lo menos muy bueno en todos ellos, los mejores a mi gusto son "Pure Holocaust" (1993) y "Battles in the North" (1995), logrando un nivel de frialdad e hipnotismo con sus canciones que dificilmente podrán volver a alcanzar.
Lo que pasa es que en medio de eso podemos escuchar una obra que al lado de cualquier otra, las deja como temas pop/melódicos y sosos: estoy hablando del impresionante "De Mysteriis Dom Sathanas" (1994) de Mayhem.
Salvando las diferencias, este disco de Immortal es muy bueno, con unas líneas melódicas fantásticas, casi tanto como sus historias de crudos inviernos en tierras nórdicas, donde sus helados vientos lastiman como si estuvieran nevando hojas de afeitar.
Canciones largas (ninguna baja de los 6 minutos) y por momentos ´climáticas, logran su cometido ni bien comienza el disco. Es impresionante, siempre lo digo, lo pesada que puede ser una banda del estilo cuando baja las revoluciones, haciendo arpegios y percusión. Música pesada en serio.
En este hay momentos que bien podrían haber sido compuestos por alguno de los cerebros salidos del Post-metal, en bandas como Isis, por ejemplo.
Como para disfrutar de este infernal año nuevo que se acerca, y para olvidar la horrenda navidad pasada, démosle la bienvenida a los dioses del invierno nórdico.

27 de diciembre de 2009

Primordial "The Burning Season" e.p. (1999)

ep
Este e.p. siempre fue un poco difícil de conseguir. Como ya sabrán, esta banda es originaria de Irlanda, y este detalle que podría ser anecdótico tiene una importancia relevante al momento de entender el sonido y el misticismo que emanan estos 4 músicos.
Los que ya escucharon "To the Nameless Dead" (2007) acá encontrarán un sonido y una música un tanto más rústica y agresiva que en aquel.
Eran tiempos de Black Metal con una línea melódica destacable, pero las influencias celtas no estaban tan presentes como lo están actualmente. Igual, comenzaban a despegarse de la agresión y a matizarla con melodías épicas y sobrecogedoras, que te hacían pensar que algo muy importante te estaban relatando.
De todas formas, es interesante rescatar estos 4 temas que aparecieran como bonus en ediciones de sus otros discos, y que difieren (en el caso de "The burning season", de la versión presente en "A Journey's End" (1998)).
Primordial. Una banda que se diferenció desde sus comienzos de sus congéneres. Una banda que siempre escapó a los rótulos, sin negar su pertenencia a la segunda camada del Black Metal.
Primordial. Una banda formada por 4 músicos serios, honestos y sensibles.
Una banda que no tiene que recurrir a la violencia en sus ejecuciones para sonar realmente pesada.
Primordial. Otra gran banda que puede (y lo hace), reemplazar el vacío dejado por la separación de In The Woods...

Iommi "Iommi" (2000)

metal
Iommi es el dios del riffs. Los mejores de ellos salieron de sus mágicos dedos desde hace ya 40 años, ya sea como guitarrista de Black Sabbath o como solista.
En teoría este sería el debut como tal del inglés, aunque habría que contar ese disco de la Bruja titulado "Seventh Star" (1986), que era en principio solista, aunque a último momento por presiones de la discográfica se añadió el nombre de la banda.
Entonces, tomemos este como el segundo, aunque oficialmente no lo sea.
Si con Winds hablaba de súper grupo, esto habría que catalogarlo como un seleccionado de algunos de los grandes cantantes existentes dentro del género.
Todos los cantantes escribieron sus respectivas letras: en "Laughing Man (in the Devil Mask)" escuchamos a Henry Rollins en las voces, a Terry Philips en bajo y a Jimmy Copley en batería; en "Meat" está Skin (de Skunk Anansie) en voces, Ace (Martin Kent) en guitarras, Bob Marlette en bajo y John Tempesta (quien tocara en White Zombie, Testament, Helmet, Exodus, Rob Zombie solista, Black label Society, The Cult...un enfermito el pibe este) en batería. En la canción titulada "Goodbye Lament" podemos disfrutar de la presencia de Dave Grohl (Nirvana, Foo Fighters) en voces y batería, a Brian May (un genio de la guitarra), y a Laurence Cottle en bajo(que también es el bajista en las canciones 4, 5, 7 y 9).
Para "Time is Mine" el capo de Iommi pudo contar con Anselmo (de Pantera) en voces y a Matt Cameron (de Soundgarden y Pearl Jam) en batería. En "Patterns" está Serj Tankian en voces y Jimmy Copley en batería. Para "Black Oblivion" aparece creo, el más chocante de todos los vocalistas: Billy Corgan (de los Smashing Pumpkins (quien también se encarga de guitarras y bajos) junto con Kenny Aronoff en batería.
"Flame on" es uno de los mejores temas del disco, de la mano de Ian Astbury (The Cult) en voces, Brian May en guitarra, más Laurence Cottle y Matt Cameron en la sección rítmica. En "Just Say No to Love" tenemos toda la ironía gótica de Peter Steele (de Type O Negative) en voces y bajo, junto con Matt Cameron en batería.
Para "Who's Fooling Who?" Tony llamó al Gordo Ozzy para que se encargue de las voces, junto con Laurence Cottle en bajo y el gran Bill Ward (de los dioses Black Sabbath) en batería.
El disco termina con otro histórico: Billy Idol en voces, Ben Shepherd en bajo y Matt Cameron en batería, haciendo "Into the Night"
Como verán un sinúmero de músicos con larga trayectoria forman parte de esta obra que deleitará a los amantes del metal más oscuro, tanto como a los seguidores de la mejor época de La Bruja, aparte de poder disfrutar de cantantes que se amoldan a la perfección al sonido y estilo del Maestro del Riff.
Inclusive el pedorro arte de tapa no tiene la importancia suficiente. Cuando las canciones son buenas, lo demás puede ser dejado en un segundo plano. Y, créanme, las canciones son geniales.
Un disco para disfrutar, te guste el estilo que te guste.

Winds "Prominence and Demise" (2007)

vientos
Tercer, y último hasta ahora, larga duración de este súpergrupo noruego. Y para añadir, creo que es el peor de todos, así que imagínense lo que serán los otros. Sobre todo el e.p. inicial del 2001 y el primer disco, donde la sorpresa era mayúscula.
En este disco tenemos los mismos culpables originarios: Lars Eric Si en voces y bajo (quien también participa en Age of Silence, Khold, Jack in the Box, etc.), Carl August Tideman en guitarras (toco en Arcturus); Andy Winter en teclados (también en Age of Silence, Subterranean Masquerade, Sculptured) y Jan Axel Blomberg (también conocido como Hellhammer) en batería (sería más fácil decir en donde no tocó: Arcturus, Covenant, Dimmu Borgir , The Kovenant, Thorns, Age of Silence, Mayhem, y un larguísimo etc.). O sea, la calidad instrumental está ampliamente asegurada.
No es que los temas sean malos, lo que pasa es que cuando una banda deja tan sorprendidos a los oyentes con algunos discos es muy difícil lograr ese mismo efecto después. El efecto sorpresa se pierde justamente porque uno espera cualquier cosa, y nos terminan ofreciendo algo similar a lo anterior, entonces...
Mejor no me hagan mucho caso. Es un disco del carajo. Imaginen los jugueteos que aparecían en "La Masquerade Infernale" (1997) pero con un poco más de vértigo neoclásico y se darán una idea -remota-, del sonido de las guitarras. Lo de Hellhammer directamente no tiene nombre, este tipo puede tocar lo que se le antoje.
Las voces son tan dramáticas y épicas, que por momentos uno sonríe frente a la idea auditiva de que bello sería que las bandas de Power tuvieran aunque sea un 3% de la inventiva y caudal vocal de este tipo, y de la sensibilidad de la banda entera. Porque lo que hace el compositor principal, Andy Winter, es difícil de igualar.
De todas formas, ya voy a ver si puedo reseñar los dos primeros lanzamientos para que entiendan porque digo que este es el peor.
Por ahora deléitense, y después me cuentan.

25 de diciembre de 2009

Anaal Nathrakh "Total Fucking Necro" (2002)

nekro
Algo debe pasar en Birmingham (Inglaterra) para que periódicamente escupa su odio y misantropía sobre el resto de la decadente humanidad.
Anaal Nathrakh fueron vomitados por la ciudad que allá por la década del '60 dio origen a Black Sabbath y sus oscuras historias futuristas de cargado pesimismo.
Bueno el futuro llegó, y no podía ser más negro. Ni el más pesimista de los profetas podría haber predicho la decadencia actual (y estando en Argentina, mucho peor).
Imaginen su peor pesadilla musical. Los restos diurnos estarían compuestos por muchísimo Black Metal Noruego (Mayhem y Burzum, sobre todo), lo más extremo del Grindcore (los comienzos de Napalm Death, sobre todo) y el descontrol cocainómano de unos Ministry tapados de anfetaminas. Listo ya tienen el sonido característico de los primeros demos de Anaal Nathrakh.
Porque estos están comprimidos/compilados en este lanzamiento que fue de lo más shockeante que me tocó escuchar/disfrutar en muchísimo tiempo. No se puede creer la violencia que transmitían con su arte estos dos tipos. Hoy por hoy, es un poco más melódico y tiene mucho menos grindcore e industrial, pero lo primigenio y helado de su propuesta inicial quedó plasmado en este y el primer disco de estudio, titulado "The Codex Necro" (2001).
Una gran banda de sonido para el Armaggedon que acabará pronto con toda la humanidad, que por otro lado es el motivo por el cual fue creada la banda.
Como regalito de esta patética fiesta navideña, escuchen el fin del mundo (y presten atención a los covers de Mayhem que son gloriosos).
Por una vida sin navidad, desgarren sus oídos a tiempo.

23 de diciembre de 2009

Ozzy Osbourne "Bark at the Moon" (1983)

leyenda
Ozzy fue el vocalista original de los magos de Birmingham, Black Sabbath. Luego de un sinfin de problemas con su banda originaria, fue despedido tras la edición de "Never Say Day" (1978), extraño y experimental disco de La Bruja.
A continuación, de la mano de la hija del empresario de los Sabbath, comenzó su carrera solista con un increíble debut, "Blizzard of Ozz" (1980), donde había clásicos imperecederos de la talla de "Mr. Crowley", "Suicide Solution", "Crazy Train"....y acompañado por una banda que fuera considerada como de las mejores de la historia: Randy Rhoads en guitarra, Bob Daisley en bajo, Lee Kerslake en batería y Don Airey en teclados.
Luego de otro disco de estudio, "Diary of a Madman" y uno en vivo, se presenta la nueva formación, forzada por la temprana muerte del genial guitarrista Randy. El reemplazo de este fue Jake Lee, quien no tenía la formación clásica de aquel, pero apuntaba más al metal propiamente dicho. El otro reemplazo era el baterista Tommy Aldridge.
Este disco tiene la misma calidad, y el mismo estatuto de clásico que el primero.
Oscuridad, licantropía, misticismo y Rock/metal reunidos en 8 canciones inolvidables.
Cuando Ozzy se dedicaba a hacer música y no a dar u poquito de asco en los reality, hacía discos como este. Gemas impresionantes de la historia del metal.
Gracias Gordo.

22 de diciembre de 2009

Led Zeppelin "IV" (1971)

celtas
Magia pura, nuevamente. Tal vez una de las mejores bandas de Rock de la historia.
Me pongo a revisar su historia y me doy cuenta de algo sorprendente: 4 discos impresionantes (de hecho son clásicos) en 3 años. Todos con canciones memorables que atravesaron ya 40 años de historia, y permanecen igual de frescos que antaño.
Eso ya me dice algo. Música de calidad indiscutible, por lo menos.
Y cada vez que uno (yo en este caso) vuelve a estas grabaciones descubre cosas nuevas que no había prestado atención en su momento. Pero hay algo que no cambia: la emoción que inunda la experiencia, la sensación siempre renovada que estamos (estoy) frente a algo realmente grandioso e irrepetible.
Grandiosas son las canciones. Si los primeros 2 discos estaban más influenciados por el Blues, en este se lleva los niveles de distorsión al máximo, siendo de los primeros 4 de la discografía de los Zep el más rockero y menos bluesero al mismo tiempo.
Los dos primeros mazazos rockeros llegan de la mano del intenso "Black Dog", seguido por uno de los mejores riffs de la historia de Zeppelin, y la declaración de principios por excelencia del disco, "Rock and Roll", con la sección rítmica mostrando la importancia de la misma en la banda.
De hecho creo que los tres músicos restantes podían hacer lo que se les antojase, ya que Bonzo los seguía a cualquier lado.
A parte de la demostración de poder, tenemos esa bella pieza mezcla de Folk celta y balada gospel, con unos juegos vocales fantásticos: "The Battle of Evermore", que transmite una sensación de paz realmente hermosa, siendo acompañado Plant por la cantante de Folk-rock Sandy Denny y unas mandolinas hipnóticas.
Y eso solo son los primeros 13 minutos del disco, que dan paso a, creo, el primer tema de Zeppelin que escuché en mi vida: "Stairway to Heaven", y tal vez una de las más sorprendentes de toda la discografía de la banda. En esta canción está el alma del disco. Todo lo abordado a lo largo de los casi 43' está condensado en una canción de no más de 9'. El Folk, el misticismo celta, el ocultismo sospechado en los símbolos extraños de la tapa y en las letras (de hecho el disco no tiene nombre, sino que cada uno eligió un símbolo que lo represente), el Rock y el Blues más furioso...todo está acá adentro desarrollado a lo largo de la canción, que llega a niveles de intensidad que no fueron alcanzados nuevamente, para terminar en el relax absoluto de los últimos segundos.
Luego las canciones se suceden: "Misty Mountain hop", un gran blues electrificado el extremo del Rock; el ejercicio Funk en "Four Sticks" donde reaparece esa percusión bestial de Bonzo y esos riffs sacados de las tradiciones orientales que escupían por aquellos años los dedos mágicos de Page.
Y los bosques hippies llenos de hadas retornan con una gran canción folk, hipnótica por cierto: "Going to California", donde Plant vuelve a demostrar, por si hiciera falta, que era (perdón, ES) un cantante del carajo, pudiendo llegar a notas donde muchos de los cantantes de esa época ni siquiera soñaban y los actuales no lo hacen. Y para cerrar, un blues podridón y épico, oscuro y retorcido que te deja con la idea de que esa magia de la que tanto se hablaba que practicaba Page en cierta forma estaba concentrada en esa química que había entre los músicos. Y que era pura.
Magia pura. Escuchen.

21 de diciembre de 2009

Led Zeppelin "II" (1969)

blues
Como para levantar un poco después de tanta oscuridad y opresión en el cuerpo, llegan estos genios absolutos.
Luego de editar su primer disco, durante su primera gira por Estados Unidos, Led Zeppelin graba esta obra de arte sin comparación. Solo 9 meses después de ese primer esfuerzo, y no les costó absolutamente nada llevar a cabo este, hoy, pedazo de historia.
Page es uno de los dioses del riff indiscutido de la historia del Rock, y para entender esto hay que escuchar los discos de los Zep. Ninguno en particular, todos son grandes muestras de poder musical, aunque en este disco hay algunas perlas que muestran de lo que era capaz.
"Whole Lotta Love" y su riff inicial, y las experimentaciones psicodélicas del medio son increíbles, y te dejan sin respiro. Hay baladas blueseras hermosas que se transforman rápidamente en rocks del tamaño de un mamut, como "Ramble On", por ejemplo.
Ahora que lo pienso, cualquier disco podría ser un grandes éxitos y ni nos daríamos cuenta. Baladas. Escuchen "Thank You" y si no se les ilumina la cara y les comienza a latir un poco, aunque sea un poco más fuerte el corazón, es que están tan muertos como los expectadores de la obra de teatro en el cuento de Clive Barker titulado "Sexo, muerte y luz de estrellas".
Para riffs monumentales también tenemos el de "Heartbraker".
Pero no solo hay riffs, los arreglos de bajo y teclados son simplemente impresionantes. Solo un tipo experimentado como Jones podría haber dado esos pulsos gordos y definitivos, aunque siempre acompañado por esa bestia que bien podría haber salido del mismo planeta que Jimi Hendrix . La bestia Bonham, un mutante con varios brazos invisibles y con el poder de seres sobrenaturales en cada uno de ellos. Es la única explicación que encuentro para semejante demostración de poder. Recuerden que en ese entonces no había la tecnología actual, por lo que para tocar había que pegarle de verdad a los parches.
El lugar para escuchar ese poder y bestialidad es en "Moby Dick", pero no en la versión en estudio, sino esa maravilla en vivo que dura casi 26'.
De Plant lo único que voy a decir es que uno de los cantantes con más energía, carisma y química que escuché en toda mi vida.
Química, Led Zeppelin tenía eso. Lo que a muchas de la actualidad les falta (por ejemplo a ese bodrio insoportable llamado Audioslave).

20 de diciembre de 2009

My Shameful "The Return to Nothing" (2006)

nada
Si!!, de nuevo en la alegre y luminosa Finlandia para intentar volver a la nada, a disfrutar y saborear la deliciosa pulsión de muerte, para arrastrarnos por las grises montañas heladas.
My Shameful son de ese pequeño país, y como tantas otras bandas de allí, la alegría no tiene lugar entre sus conceptos y tópicos.
Solo depresión, oscuridad eterna, tristeza.....hasta la nada absoluta. El vacío mismo se hace presente en las guturales voces y en los arrastrados climas logrados, con guitarras que bien podrían escucharse en tu propio funeral.
Si la muerte es así de profunda e irreversible, es preferible tener una buena banda de sonido. Entre tantas bandas, esta negra gema que nos entrega Finlandia es una buena opción para terminar de hundir a los corazones tristes.
El retorno a la nada. La muerte. La nada. Siempre presentes.

18 de diciembre de 2009

Skepticism "Farmakon" (2003)

remedio
Si hablamos de Funeral Doom, no podemos evitar mencionar dos nombres: Thergothon y Skepticism. Los dos del frío país de Finlandia, donde el sol parece que no aparece nunca, y si lo hace molesta a sus oscuros moradores, evitando que surjan obras como esta, que lastiman las localizaciones cerebrales encargadas de la audición, y me atrevería a decir que también en donde se realiza la síntesis de la percepción.
Lo mejor que se puede hacer para disfrutar este tipo de agresiones es estar totalmente en tinieblas y si es de noche mejor. Cualquier sonido se magnifica al extremo y te podés llegar a asustar de verdad por el simple sonido de las hojas meciéndose al compás del viento que las acaricia.
Skepticism en cambio no te acaricia para nada. Al contrario, su particular entendimiento de la música los hace prescindir del bajo, reemplazado por macabros colchones de teclados, que por momentos asemejan a los órganos de las viejas iglesias. Y esa particularidad hace que su sonido sea aún más especial e inconfundible. Y tenebroso.
Yo no sé que pasa en Finlandia, pero son pocas las bandas que decepcionan que salen de allí (perdón pero no puedo evitarlo, Nightwish es simplemente una porquería con una cantante-la vieja-genial).
Este es su tercer disco, sin contar los e.p.'s que editaron manteniendo la formación original intacta. Tal vez por eso es que suenen tan ajustados y compactos, aún siendo tan minimalistas.
Más sucio si se quiere, más áspero y menos sutil que otras bandas del estilo, pero tan efectivo que asusta.
Y eso es siempre bueno, tratándose de una banda funeraria. no les voy a decir que lo disfruten...
Súfranlo, que vale la pena.

17 de diciembre de 2009

Mournful Congregation "The Monad of Creation" (2005)

creacion
Esta banda viene dando vueltas desde mediados de los '90 con varios demos.
Su primer disco es del año 1999 y era bastante rústico, comparado con esta maravilla del Funeral Doom. Este disco es su segundo esfuerzo luego de sendos split con Stabat Mater y Worship (banda mala onda como pocas).
Los climas son opresivos a más no poder, aunque no aburren para nada, sino que hasta te puede parecer corto el disco. Y eso que te estoy escribiendo acerca de uno que en un poquito más de una hora tiene solo 4 canciones.
Por momentos suena tan desolador, que si no estás en un estado de ánimo preciso, y ya estás acostumbrado a escuchar y dejarte inundar por estas melodías gigantescas, te puede parecer demasiado abrumador.
También es interesante que en ningún momento dejan de aparecer hermosos pasajes calmos, como para descomprimir tanta angustia contenida, que parece tener una consistencia viscosa que no permite que la banda acelere el ritmo.
El trabajo de las guitarras es simplemente hipnótico, y parecen haber sacado inspiración de muchas bandas del estilo, y algunas más conocidas como My Dying Bride y cosas de lo más viejo de Anathema.
Pero hay algo que hace que uno no pueda dejar de escuchar discos como este. Es cierto que la sensación de desesperanza y la angustia que genera en los "no iniciados" (que término hermético, jeje) puede ser contraproducente...pero una vez que conoces el estilo, no podés dejar de disfrutarlo.
Eso es lo que tiene que producir la música, por lo menos eso creo. Sensaciones y emociones, no importa de que tipo. Si podemos disfrutar sufriendo, por paradójico que suene esto, es porque estamos frente a una obra, por lo menos, interesante.
Y este disco lo es. Así, denso, opresivo, desesperante, angustiante. Como la existencia misma, por momentos desagradable.

15 de diciembre de 2009

Katatonia "Night is the New Day" (2009)

Simple: uno de los mejores discos del año. Y otro gran disco de los suecos.
Después del descomunal "Last fair deal gone down" (2001) apareció "Viva Emptiness" (2003), y resultó un trago difícil de digerir, no por la calidad en si del disco, sino porque comparado con los lanzamientos anteriores, sonaba demasiado común y monótono. Ojo que aún hoy lo escucho, pero...
Tres años después Katatonia retoma los sonidos más melancólicos con "The great cold distance" (2006), con grandes canciones y unas voces como no se escuchaban desde el 2001 en sus discos.
Hasta ahora. El 2 de Noviembre de 2009 la banda nos entierra nuevamente 12 himnos tan melancólicos y desesperanzadores como los que antaño componía Renkse, Nyström y los hermanos Norrman. Las influencias del Dark volvieron con una presencia superlativa, y lo primero que uno podría decir es que Robert Smith y compañía sigue dando letra a grandes bandas del metal.
Ni pienso en recomendar un tema, escuchen el disco, sufran y terminen esta catarsis con una leve sonrisa de agradecimiento.
Katatonia volvió a entristecer, felizmente, nuestras vidas. Como lo hiciera con muchos de sus discos.
Entonces, a llorar, y a disfrutar.

11 de diciembre de 2009

Paradise Lost "Faith Divides Us - Death Unites Us" (2009)

siempre la fe
Luego de una seguidilla de discos en el que el camino de retorno a las fuentes era más que evidente, ocurrió.
Lo que muchos esperábamos desde hace años golpeó a nuestros (mis) oídos, y casi sin permiso, me despertó de un largo letargo, sacudiendo la tierra que se había posado en estos últimos tiempos sobre la discografía de los ingleses.
Paradise Lost con este disco retoma los sonidos que había abandonado allá por la época de "Draconian Times" (1995), sumándole a esto otra vuelta de tuerca gracias a ciertas pizcas, a modo de decoración diría de la agresividad y la oscuridad que destilaba el genial "Shades of God" (1992).
Así es, Paradise Lost regresó a las fuentes. Y todo suena tan honesto y creíble que hay que festejarlo. Para "colmo", los temas son todos de menos de 5', por lo que en ningún momento te aburren por su duración, sino que las cualidades están condensadas en esos escasos minutos...como dice ese refrán un poco estúpido, "lo bueno, si breve dos veces bueno".
Paradise Lost ya demostró hace años sus bondades, por lo que ahora lo único que está haciendo con este disco es reafirmarlas y mostrarlas a las nuevas generaciones.
Y como siempre, la muerte triunfa de nuevo.
Celebremos su victoria y que sea nuestra.

5 de diciembre de 2009

Hollenthon "Domus Mundi" (1999)

esqueleto
Originalmente la banda se llamaba Vuzem, y hacía un Black Metal más violento (solo tienen 2 temas registrados en el Compilado "Norici Obscura Pars" (1995) ya reseñado en este blog). Después no se que la pasó a la cabeza de Martin (fundador de esta banda y de Pungent Stench, entre otras), que cambió el nombre y el estilo de su juguete nuevo. Y dejó a todos desconcertados.
Obviamente, las críticas fueron positivas, ya que estábamos frente a una rara mezcla de Black Metal, Thrash, música clásica y melodías orientales que daba como resultado una experiencia de épica violencia difícil de explicar pero tan gratificante como hacía bastante no se escuchaba.
Voces limpias, gritadas, coros raros, instrumentaciones poco convencionales pero tan bien realizadas que incluso los casi 46' te parecían poco, dejándote con la sensación de que el disco era demasiado corto.
Este es el documento que marca la presentación en sociedad de una banda que sigue aún hoy editando grandes discos.
Y mejor aún, sigue sorprendiendo con su arte. Escuchen y disfruten.

3 de diciembre de 2009

Paradise Lost "Shades of God" (1992)

http://lix.in/-da8d44
sombras
Impresionante disco, lanzado inmediatamente después del glorioso "Gothic" (1991), en donde progresivamente van abandonando el Death Metal que cultivaran al comienzo de su carrera en pos de sonidos más relacionados con el metal a secas. De todas formas estamos en presencia de uno de los discos más intensos de la banda, con una oscuridad y un abordaje épico de las canciones realmente increíble.
Las guitarras de Gregor Mackintosh y Aaron Aedy están ensambladas de forma tan perfecta que su trabajo destaca por sobre los demás músicos. Es más, los climas están logrados en base a esas guitarras y a las modulaciones de Nick Holmes, que ya no eran solo podridas, sino que tenían más matices, con gruñidos, gritos y algunas voces claras que darían el salto final en el disco siguiente.
Creo que para este disco, la influencia fundamental fue la forma de cantar de James Hetfield de Metallica en sus discos "Master of Puppets" (1986), como el que le sigue, el intenso "...And Justice for All" (1988).
Todos los temas son sólidos y complejos al mismo tiempo, logrando un disco sencillamente inolvidable. El único problema es que quedó eclipsado por el clásico "Icon" (1993).
Otra cosa que me olvidaba: el sonido de este disco servirá años después como una de las brújulas que seguirán los de Yorkshire para editar su último disco, "Faith Divides Us - Death Unites Us" (2009).