27 de septiembre de 2015

Stanislav & Samuel Gawith Scotish Autumn Flake (Four Season's Series), en Peterson "Donegal" Rocky

Le estuve dando vuelta a la elección del tabaco esta noche. No sabía si fumar algo latakiado (cada vez me gustan más estos tabacos) o un neutro (ya estaba descartado el aromático).
Al final me decanté por este flake que es una maravilla realmente; el punto justo de humedad, fácil de cargar sin tener que desmenuzarlo, y un aroma increíble al abrir la lata.
Estamos frente a un virginia flake puro, sin aditivos y perfectamente balanceado. Para los que no están habituados a estos términos, el flake es un tipo de corte de tabaco que se presentan en láminas finas cortadas de una "torta", y que preservan la humedad y demás cualidades del tabaco, produciendo una fumada de combustión lenta y muy agradable. El problema es que si uno no le agarra la vuelta, suele ser un tabaco difícil de mantener encendido, y por lo tanto, incómodo de fumar.
Si bien hay muchos que lo desmenuzan, yo luego de varias recomendaciones de fumadores con más años y algunos tutoriales de YouTube, elijo cargarlo sin desmenuzar, para que la fumada dure más y se aprecien mejor las características del producto.
Pero vamos al tabaco: a la vista aparecen en las láminas vivos colores en la gama de los marrones, sin llegar a tonos oscuros
El aroma es profundo y penetrante, pero absolutamente agradable, y evoca claramente el otoño plasmado en la presentación de la lata, incluso con notas aceitunadas y cítricas/ácidas en nariz.
El sabor es interesante como se desarrolla.  Al inicio de la fumada es más bien seco, con notas terrosas y acres, pero una vez que adquiere la temperatura crucero, se torna dulce, sin ser empalagoso, con un pequeño toque de miel, y un humo aterciopelado que no invade nunca la boca y se va poniendo -paradójicamente- cada vez más fresco.
Al ser de combustión lenta, ya sobre el final, aparece una pequeña cuota de humedad, que no entorpece la fumada, pero que hace que levante un poco de temperatura.
En relación a la nicotina, no tiene mucha presencia, y eso a esta altura de la noche se agradece (jaja!), por lo que, si bien lo estoy fumando en una pipa más bien mediana, no habría problema en fumarlo en una pipa de mayor capacidad, preparándose eso si, para una experiencia larga.
Al finalizar, en la pipa queda presente bastante humedad (con un pequeño tapón que no es fumable), y la ceniza es prácticamente blanca y sin ningún tipo de grasitud.
Para los amantes de los Viginias, es un tabaco muy bueno, de esos que uno dice "es para tenerlo en stock, cosa que no falte".
P.D.: mientras disfrutaba de la fumada, escuchaba el nuevo de My Dying Bride, ya llegará la correspondiente reseña.

26 de septiembre de 2015

Shape of Despair "Monotony Fields" (2015)

campos
Pasaron 11 años desde aquel increíble "Illusion's Play" (2004), y la espera valió la pena y la tristeza, la desolación que exudan estos finlandeses que cada vez que se dignan a inundar el mundo con su arte, dejan a varios sin poder siquiera respirar.
En los primeros 3 temas, ya llegamos a los 32 minutos, arrancando por climas opresivos, y profundos como una ciénaga, hasta dar con algunos tonos...como decirlo, luminosos y extremadamente tristes.
Siempre se les endilgó a los cultores de este subgénero, la monotonía y lo aburrido que podría llegar a ser, pero nada de eso es cierto, sobre todo si tenemos en cuenta que esta banda es una de las fundamentales del Funeral Doom, y que son de la fucking Finlandia, que parece tener un arsenal de músicos dispuestos a atacar por donde sea nuestras mentes, y dejarlas desechas a base de cuanto género extremo se les ocurra.
Puede que por momentos aparezcan pinceladas del viejo y querido Romantic Doom, sobre todo gracias a las bellas intervenciones (aunque no por eso menos tristes ni melancólicas) de Natalie Koskinen.
Pero no nos engañemos, todo es desesperación y vacío en sus diversas formas lo que propone Shape of Despair, y cuanto más cerca de la muerte nos arrastre sus sonidos, tanto más parecemos disfrutar, acaso porque es la muestra simple y dura, de que todavía no estamos muertos....o al menos eso nos gusta creer.
Increíble lanzamiento

15 de septiembre de 2015

Blut Aus Nord "Sect(s) (2011)

sectas
El inicio de la trilogía negrísima de los franchutes, en donde los vaivenes por las diferentes influencias de las que hacen gala te deja prácticamente sin aire.
No llega a ser tan opresivo como otros lanzamientos, pero no es música alegre.
Arrancando bien arriba, con un black metal bien jodido, a pura velocidad y con guitarras disonantes que los acercan a esos experimentos industriales de años anteriores, con percusiones que se van enlenteciendo, y te van aclimatando para lo que vendrá, de la mano de el epítome 1: "Nada sabrá preceder el eco de Dios, el gran mal que se encierra en el flujo de los tiempos"
Ya para el epítome nº2, la cosa se pone más lenta, oscura, opresiva e industrial, como si los Swans se hubiesen enojado muchísimo, y lo único que pudiesen escupir en nuestros oídos fuese "Una fuente que preserva su luz lejos de la vida, una abstracción suprema que deja a los dogmas de los tiempos crear su propia ilusión, creer su leyenda y su enemigo"
La cosa se pone cada vez más retorcida y lenta, como si de golpe nos hubiesen arrojado a un pozo de petróleo, y nuestro esfuerzo por escapar de eso y la desesperación por no poder hacerlo fuesen el momento de goce supremo de los Blut, que mientras tanto nos cuentan que "El acceso (a algo mejor) , la conscupiscencia y la devoción como las únicas reglas de no existencia"
El tema más extenso, el 4, sea tal vez el más asfixiante de los 6, y el punto medio del disco, a partir del cual el "relax" industrialoso da paso nuevamente a un black industrial deforme, no sin antes contarnos "La gloria de los padres del hombre, de los falsificadores que inyectan la sangre de los santos", y que "Los orígenes son múltiples, ellos proliferan y siembran los segundos de miedo y de duda que acompañarán a los muertos hasta las puertas de la nada" (Epítome 5).
Ya para el final, cuando la luz se topa con una pared infranqueable de mala onda e hijaputez, cuando creemos haber entendido la cuestión y la palabra misantropía y desprecio tienen otro sentido, tal vez nuevo -o no-, estos tipos bajan las revoluciones, meten un laburo climático jodido, como acompañando su hermoso y fructífero mensaje final: "Ellos morirían bajo el peso de los siglos, en la redención, ellos morirían implorando. Dejando un último perdón escapar y luego resonar en la confusión de los tiempos sin comprender exactamente el pecado"
Interesante, ya que estos tipos en general, generan confusión, no tienen esas estructuras fáciles de escuchar que nos remiten a un estilo en particular rápidamente. 
Estos experimentan como quieren y cuando quieren...y con quien quieren. En este caso, nosotros.
Y en buena hora, está bueno ser conejillos de indias, ratones de laboratorio de estos científicos de la misantropía.
Un trabajo increible, lapidario.

13 de septiembre de 2015

Three Year Matured Virginia Dunhill, en una Rossi Astoria

Un verdadero placer esto de elegir que tabaco vamos a fumar y en cual pipa.
En este caso un obsequio de una amiga y colega recién llegada del viejo continente.
La elegida es una pipa muy especial, fue la primera que tuve, y llegó casi acompañando a mi hijo Lucas, de manos de mi padre Lucas: una Rossi Astoria, con boquilla de carey, pequeña, ideal para degustar un tabaco nuevo.
Lo primero que hago es atender a lo que me dice el olfato apenas abierta la lata: profundamente aromático, frutal y cítrico.
Ahora la vista, y lo que me informan esos dos globos en conexión directa con mi cerebro, son los colores: una variada tonalidad de amarillos (algunos más claros y otros mas oscuros), hebras amarronadas y rojizas se entremezclan con muy pocas de tonalidad más oscura, de un marrón bastante más oscuro. La guía internacional más completa de la web tobaccos reviews dice que este blend está compuesto por Red Virginias maduros y hojas de Orientales, suavemente aromatizadas por una mezcla de esencias frutales, siendo un blend histórico de la firma discontinuado en el 2007, y relanzado este año.
Al tacto, el tabaco viene un poquito más seco a lo que estoy acostumbrado en esta marca, pero la carga es muy fácil en la pipa elegida, y quema perfectamente; de todas formas hay que andar con cuidado porque si se lo apura mucho, levanta bastante temperatura.
Al paladar es bastante agradable y suave, y para nada empalagoso, como muchísimos aromáticos que se exceden en el proceso de añadir esencias.
Un vez que alcanza la temperatura ideal, el sabor del Virginia es pleno, ocultando esas esencias florales, aunque dejando un leve toque cítrico al fondo del paladar y un aroma (no sabor) frutal en el ambiente.
No desprende casi humedad, y eso es algo que se agradece, sobre todo al fumar en una pipa que es corta y recta, ya que podría estropear directamente la fumada.
En el último tercio de la fumada, el tabaco no pierde sus características sino que aflora un poco más el tabaco oriental dejando un leve picor que no es para nada agresivo, y sin que esté esa molesta acidez que casi indefectiblemente aparece en los aromáticos...pero claro, estamos frente a un Dunhill, que junto con los tabacos Peterson y los Samuel Gawith, son de lo mejor que hay actualmente en el mercado a nivel internacional (y metería también a los tabacos Sentimiento Nacional del blender argentino Antonio Petti).
Una vez finalizada la fumada, puedo decir que tiene una nada despreciable carga nicotínica, y deja un gusto perdurable en boca y un aroma agradable alrededor nuestro. La ceniza es entre blanca y gris, y sin una pizca de grasitud, lo cual indica que estamos en presencia de un gran tabaco (hagan la prueba de la ceniza con un cigarrillo y me cuentan la diferencia.

12 de septiembre de 2015

Downfall of Nur "Umbras de Barbagia" (2015)

escuchar
Madre santa, ¿¡este guacho que hace todo en la banda tiene 19 fucking añitos?!
"Banda" relativamente nueva, desde Valeria del Mar, nuestro país, grita al mundo su  melancólica ira blacker.
Antonio Sanna (nacido en Italia), conocido como A. es el encargado de deleitar los oídos de un servidor, rememorando aquellas viejas glorias del Black Metal, que sonaban frías, tristes, y al mismo tiempo poderosas y melódicas.
La melancolía que colorea cada una de las extensas composiciones hace que sea más disfrutable, cuando ya la intensidad de los helados riffs nórdicos no te deja respirar, hay un rebaje y emergen teclados que te arrullan y te llevan de paseo por los restos de una antigua civilización que se ubicaba en la isla de Cerdeña, 1800 años antes de cristo.
El disco consta de 5 temas, donde el más breve es la intro, de menos de 3 minutos, y el más extenso de casi 18 minutos, constituyendo una obra enorme donde queda plasmada desde la edad dorada hasta la caída de dicha civilización.
Las influencias fluyen desde los clásicos blackers, hasta las mas modernas Agalloch (sin llegar a sonar tan refinados, sino más bien rústicos), Wolves in the Throne Room y esas bandas que no temen desplegar sonoridades folkies.
 A. se encuentra acompañado en las voces por Daniel, vocalista de In Element, y está de más decir que el trabajo es soberbio.
Un disco increíble, de acá nomás, y que ya dio mucho que hablar en muchos medios especializados, y que revaloriza a una escena que cada vez da mayores muestras de no necesitar de esos caudillos siempre presentes y dispuestos a decir lo que es el "verdadero metal".
No se lo pierdan, es una joya.

2 de septiembre de 2015

Cradle of Filth "Hammer of the Witches" (2015)

sucio15
Otro disco de La Mugre...¿por qué debería ser noticia? Si desde hace años que no hacen otra cosa más que editar pedazos de plástico pre-digerido para adolescentes que se estupidizaron con la serie Crepúsculo, creyendo que eso eran los vampiros.
Creo que les perdí el rastro seriamente allá por "Midian"...y el respeto definitivo en esa mierda inservible y mortalmente aburrida y patética de "Midnight in the Labyrinth", uno de los esfuerzos más burdos por estafar a los oyentes del que yo tenga memoria.
Pero durante la escucha poco atenta, empiezo a reconocer ciertos riffs y ciertos climas que no estaban allí y ahora se presentan, recordando felizmente a las mejores épocas de Dani y sus sucios amigos.
¿Cuáles épocas? Aquellas que llegan justamente hasta "Midian".
De hecho se podría hablar hasta de auto-robo, porque muchos riffs recuerdan a canciones específicas, como "Enshrined in Crematoria", cuyo comienzo remite a esa gloria del año 1994 llamada "The Black Goddess Rises", o letras sobrecargadas y barrocas que linkean a aquellas historias de antaño, y que son un guiño para los antiguos seguidores ("Right wing of the Garden Triptych"), esos que progresivamente los abandonaron.
Pero no solo están los riffs, también están esos juegos góticos lentos que le dan un clima vampírico hace tanto tiempo perdido, y las hermosas violas gemelas más clásicas que nunca.
Hasta la censura volvió, rechazando la portada del disco, y generando revuelo unos días antes del lanzamiento del disco.
Me pregunto entonces ¿que carajo pasó? Y revisando varias páginas web, aparece una posible respuesta: no quedó nadie de "The Manticore and others horrors" (2012), con excepción de Marthus (baterista y tecladista así como productor de este último) y el sesionista y actual miembro "estable" de Daniel Firth en bajo. 
Y la sangre joven se nota, así como la necesidad de volver a las grandes canciones. Ojalá esto sea el nuevo comienzo de la suciedad.