26 de septiembre de 2014

Earth "Primitive and Deadly" (2014)

viajecito
La puta que lo parió. Volvió Earth, y de una forma que aún no puedo dejar de gritar a los cuatro vientos: ¡Más densos, menos Morricone y menos sonidos de Far West movies!
Volvieron esos sonidos aplastantes, oscuros y áridos como solo ellos saben, pero con un cuelgue blusero que se añoraba desde aquel "The bees made honey in the lion's skull" (2008).
El tremendo viaje empieza con un riff denso, en "Torn by the fox of the crescent moon", un instrumental como los que nos tiene saludablemente acostumbrados Dylan Carlson desde hace años, y con una cadencia que hace que instintivamente cerremos los ojos, la cabeza se empiece a mover...y pum!, de repente estamos en un nocturno y oscuro desierto donde los peligros acechan, y es evidente que no nos importa mientras la banda de sonido de nuestros temores deformes sea Earth...o algo parecido.
Con el segundo tema aparece por primera vez en muchísimos años ("Pentastar: in the style of the demons" (1996)), una voz, y vaya voz! si es el de los mismísimos Screeming Trees Mark Lanegan, que reaparece en el track final del disco. Es verdaderamente impresionante como lo hipnótico de los extensos temas se funden a la perfección con las cuerdas vocales de Lanegan, pareciendo haber estado siempre destinadas a conformar algún tándem esotérico y único, bálsamo para este mundo decadente y peligrosamente soporífero.
Pero lo de este trío va un paso más allá y nos deleita con un mantra descomunal y cuasi circular, con esos drones monolíticos que crea como si nada Dylan Carlson y con la voz de -la para mi desconocida hasta ahora- Rabi Shabeen Qazi de los Rose Windows, banda indie de aquel sello '90 propagador serial del Grunge Subpop...una verdadera hermosura lo hecho en "From the Zodiacal Light"
La mala onda se cuela sutil en el track 4, titulado inteligente y melancólicamente "Even Hell has its heroes", tal vez la más cercana al blues psicodélico e hijo de puta que cultivaron en sus 3 últimos discos.
¿Qué más decir sobre estas bestias? Dylan y los suyos lo hicieron de nuevo...y yo brindo con mi copa en alto porque Earth no detenga nunca su marcha de gliptodonte drogado sobre nuestros oídos.
Gracias por la música.

16 de septiembre de 2014

Crisis Inc. "Profunda sensación distante" (2009)

Estoy encontrando bastante cosas interesantes en esa bendita página Bandcamp, pudiendo disfrutar de sonidos que de otra forma no podría -ya sea por dificultades en la distribución o porque por estos lares no se editan-.
Como podrán ver/escuchar sigo con las bandas argentinas, en este caso algo relativamente tranqui, muy en la onda del Trip Rock que tanto disfrutamos los que seguimos a Anathema, Katatonia, Radiohead y otros similares.
Aparentemente esta es la última muestra de la agrupación (actualmente un sexteto), y debo reconocer que las canciones que más me gustan son aquellas más relajadas y clímáticas, en donde el riff no ataca tanto, como por ejemplo "Lágrimas" o "Frágil", sutiles demostraciones de las capacidades no solo compositivas, sino de la sensibilidad de la que hacen gala.
Lo único que realmente me hace ruido, es que después de estar tan acostumbrado a discos que realmente suenan poderosos -no extremos ni densos-, me sigue sonando a producción amateur. Y no lo digo en el sentido de que hay que poner mucha plata para producir y sonar con fuerza; sino escuchen a Los Random, a  Delphoz o a los mismos Asilo (recientemente posteados): los dos primeros de Tucumán, que pasaron por las manos de Ramiro Rodriguez.
No estaría mal pensar en federalizar también la producción, ya que creo que en manos de Ramiro, las ideas que aparecen en cada una de las canciones y que por ahi suenan un tanto apagadas, cobrarían mayor relevancia.
Pero me fui de tema. Lo importante es que en este disco las canciones son realmente buenas, y que -para mi gusto- les falta un poco de fuerza a la grabación.
Nada Más, disfruten que aquí les dejo, como vengo haciendo, su bandcamp.

15 de septiembre de 2014

Volador G "Volador G" (2004)


Para sacarnos de encima el herrumbre y la viscosidad infecta que nos dejó de regalo Asilo, vamos a ir a algo también de Argentina, más tranqui, pero intenso, rockero y oscuro que lo hace muy adictivo.

Estoy hablando de Volador G, otra de las bandas que tuve la desgracia de descubrir bastante tarde, cuando ya habían -por lo que sé- suspendido sus actividades.
Como información que circula por la red, se formaron a mediados del 2000, empezando a grabar este disco en el mes de Abril del 2003. Por ese entonces, la formación incluía a los miembros fundadores Fernando Pécora (en voz guitarra y piano), Guillermo Schurawlew (bajo) y Juan Manuel Negro (guitarras), quedando en el camino Miguel Fogliese, quien es reemplazado por Diego Chamorro, y luego de grabar gran parte del album, deja la banda, ocupando su lugar Miguel Ángel Vaca (batería); también en coros y guitarras está Gabriel Mateos -quien también oficia de productor-
Lo que hay en este debut es una seguidilla de canciones perfectas, que mezclan de forma sublime poesía post-punk de tinte oscuro-romántica, con una esencia de dark-gothic importantísima, sumado por supuesto a un toque industrial que le da fuerza a cada una de las composiciones realmente sorprendente.
Aparte del Rock, lo industrial, lo dark, hay una sensibilidad pop (la del bueno, onda Virus, Soda Stereo) dando vuelta por todo el disco apabullante, sonando fresco y para nada forzado.
La verdad que no puedo destacar una canción por sobre las demás, ya que tienen todas algo destacable, ya sea la letra, o la música que en algunas se torna bastante violenta.
Por supuesto, como no puedo contra mi mismo, me parece que vale la pena prestar atención a la versión oscurísima y pesada (muy en la onda Depeche Mode) de "No te animás a despegar" del loquillo Charly García.
Una banda del carajo, que si bien esta linkeada a bandas clásicas tanto nacionales como internacionales, tienen una identidad propia, algo que en la actualidad escasea o es difícil de encontrar.

10 de septiembre de 2014

Asilo "Comunion" (2014)

La puta madre, vuelvo otra vez a sorprenderme con bandas de mi país, esta vez con el debut larga duración de estos enfermos del orto de Asilo, cuarteto de Buenos Aires que adolece de guitarras y las suple con alguna de las voces más enfermas de la escena, y dos -sí, dos- bajos ultradistorsionados que no te dejan respirar.
Música  muy hija de puta y mala onda, en la vena de esos otros deformes rotos del cráneo de Khanate, pero con una cuota de oscurísima melodía de fondo (ruiditos, teclas etc) que vuelve más sórdido y exasperante el clima que logran en cada una de las 10 canciones, teñidas a su vez de un noise aplastante y una rapidez que por momentos contrasta con una lentitud viscosa y horrenda.
Lo interesante es que, al igual que Dead Rooster y Wolves Winter, se despegan de la escena cabeza para formar parte de otra, under como la puta que los parió, pero con una identidad apabullante que no hace más que alegrarme, ya que no dependemos de las leyendas para disfrutar de música que nos conmueva...y nos perturbe.
Porque, seamos claros, creo que la música tiene que tener esa cuota de molestia, de joder no al que tenés al lado, sino a vos mismo, al punto que te ves obligado a escuchar una y otra vez a ver si no te equivocaste al escuchar lo que escuchaste.
Fascinante, ya que es un disco homogéneo pero no monótono, cada composición tiene su personalidad, y hay momentos ya sea por la música, por las letras o por su conjunción junto con los sampler que son altamente adictivos. ¿Quieren ejemplos? "Arquitectura del Silencio" es como si a Godflesh se uniera un adicto al paco. En el polo opuesto e inmediatamente después de semejante descarga industrial/noise/loquesea, aparece "(Anti voz)", solo con un teclado relajado, que te permite respirar y sorprenderte por la luminosidad y tranquilidad que se te clava en la mente, con este mantra: "El gran silencio ante el ruido inútil".
¿¡Y lo que aparece en "Dinámica del cambio", la puta madre?! Hasta los sampler -como decía- están impresionantes, con esos teclados que van apareciendo en fade in y que provienen del genial Hieronymus Bosch y su "Jardin de las Delicias"
Temas extensos, densos en la mayoría de los casos, logran un disco de casi una hora que se pasa tan rápido que hace falta escucharlo otra vez, y otra vez, y otra vez.
Palabras aparte merece el arte de tapa (no tengo el físico, pero ya lo voy a conseguir), que logra transmitir toda la desesperanza, miseria y podredumbre de una vida gris.
Hace días que no lo saco del reproductor mp3, y cada vez que estoy en casa, lo escucho en mi equipo, a un gran volumen, como se DEBE escuchar esto.
Les dejo para que deleiten sus oídos, y de paso los perviertan su bandcamp.
Saludos Asilo, gracias por semejante martillazo en la cabeza.