27 de diciembre de 2014

Primordial "Where Greater Men Have Fallen" (2014)

Es cierto que dije que el disco Black de este año es el de Blut Aus Nord, el tema es que estrictamente no me atrevo a catalogar como exclusivamente perteneciente a este género a los irlandeses, desde hace ya varios discos por supuesto.
Los que siguen el blog sabrán remitirse a otras reseñas para entender lo que significa la banda por lo menos para quien escribe esta reseña.
Pudieron salir de un gueto restringido en sus comienzos, llegando a esta actualidad que rebasa ampliamente los géneros, para logar una música que es al mismo tiempo agresiva, melódica y absolutamente dramática sin sonar a nadie más que a ellos mismos.
El Black está presente más en espíritu que en lo musical, siendo cada vez más progresiva la forma de buscar y experimentar de la banda, poniendo toda su capacidad técnica y su alma al servicio de las canciones que se diferencian entre ellas, haciendo de este un disco más relajado y profundo que los anteriores, tal vez más melancólico, y mucho menos adrenalínico y "marcial", aunque el sentimiento y el respeto por los muertos (sus/nuestros muertos), ese espejo en donde nos miramos y desde donde construimos historias, está tan presente como siempre, en sus líricas, acaso de las más representativas e inspiradas de una gran cantidad de bandas.
Una formación ya afianzada y constante, con una (al)quimia lograda sobre la base de años dedicados honesta y fielmente a la creación de obras perdurables e inolvidables.
Como con sus discos anteriores, podría transcribir y hablar mucho sobre cada una de las canciones que componen este, mejor cierro acá y lo escucho de nuevo.
Tal vez uno de los mejores discos del año, sin duda alguna.

Abigor "Letmotif Luzifer (The 7 Temptations of Man) (2014)

Si bien es una banda que escucho mucho, sobre todo sus inicios y sus últimos discos, me pasa que por momentos y en muchos de sus lanzamientos, me terminan aburriendo. O sea, hay maravillas y hay bazofias por igual en su amplia historia, no siendo por lo tanto una banda muy consistente.
Hasta que escucho este último, y me tengo que callar la boca.
Un disco de Black Metal, cierto, pero con una técnica impresionante que remite a aquel descomunal "Supreme Immortal Art" (1998), con velocidad warp activada y unos climas realmente satánicos.
Las guitarras juguetean entre si, creando capas entre melódicas y disonantes (hay un factor Blutausnordesco dando vueltas por aquí), y cuando rebajan la velocidad para resaltar los climas opresivos, ganan incuso en maldad.
La sección rítmica suena verdaderamente maligna y profunda, resaltando el concepto general del álbum, sin poder recordar cuando fue la última vez que estuvo tan presente ese sonido de bajo en la historia de estos austríacos.
Para resaltar también los invitados de lujo que aparecen casi sin avisar: Protector y Silenius, ambos de Summoning, haciendo voces y logrando también una vuelta de tuerca, ya que aportan mayor caos al sonido ya de por sí caótico y extremo de Abigor.
Un gran disco de uno de los pioneros blackers de Europa.

26 de diciembre de 2014

Blut Aus Nord "Memoria Vetusta III: Saturnian Poetry" (2014)

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El 2014 se va, y no puedo dejar de reseñar los discos que me parecen superlativos, esos que de acá a 20 años vamos a seguir escuchando, como "In the Nightside Eclipse" de Emperor o "Storm of the Light's Bane" de Dissection.
Y no es accidental que cite estas dos obras maestras ya que están relacionadas con el último lanzamiento de los franceses, comenzando por el arte de tapa, a cargo del mismísimo Necrolord, logrando una de las portadas del año (me atrevo a decir que es una obra de arte en sí misma).
Por otro lado, y ya cerrada la trilogía 777 (en donde se priorizaban los sonidos industriales y opresivos, más experimentales), vienen a regalarnos esta tercera parte de "Memoria Vetusta...", volviendo a las raíces si...pero para resignificarlas y aggionarlas, logrando un disco único y extremo al mismo tiempo.
Sabemos que Vindsval entiende lo extremo como algo más allá de los límites que cada género se autoimpone, y ya dio sobradas muestras que esos límites se los pasa por el culo, por lo que si bien esto es un disco de Black Metal, no es uno más.
Un preludio misterioso y bien espacial, deudor acaso de las lecturas blackers del Pink Floyd de "Echoes" (¿por qué no?), para atacar rápidamente con "Paien", que en apariencia es un tema más, pero a medida que te metés en el universo que propone, vas encontrando sonidos que solo pueden salir de la cabeza de estos pioneros, con capas y capas de guitarras melódicas y filosas al mismo tiempo, que de repente y sin previo aviso bajan las revoluciones para dejarte descansar y empezar a bucearen las profundidades.
Ahí nomás, te patean la cabeza con "Tellus Mater", que tiene un poco más de violencia y da cuenta de una perfomence del baterista nuevo Thorns descomunal, con un manejo de los tiempos y una profundidad en el sonido que mete miedo. Lo de las violas sigue siendo descomunal, construyendo una pared de sonido que no tiene empacho en pasar de la violencia y la adrenalina, a los sonidos extremadamente bellos, épicos y sinfónicos, acompañando entonaciones limpias que no tienen nada que envidiar a Garm o a Vortex (para poner de ejemplos a dos tipos con las mejores cuerdas vocales del mundo extremo tal vez).
Van pasando los temas, y te das cuenta de dos cosas: cada uno es perfectamente reconocible respecto de los otros, y lo que en apariencia son simples sonidos, van apareciendo como texturas cada vez más complejas entretejidas con una maestría pocas veces vista/oída en los últimos años.
Temas extensos que se toman su/tu tiempo para desplegar la mayor cantidad y calidad de colores posibles, sin que alguno de ellos roce siquiera la oscuridad abominable y horrorosa de sus lanzamientos más experimentales. No señores, acá hay una luminosidad tenebrosa que va reptando hacia dentro de tu mente para instalarse allí y servir de mapa orientativo para este mundo creado por Blut Aus Nord.
Con "Forhist" aparece un midtempo que genera tensión ante la tormenta por venir, pero que es refrescante al mismo tiempo que aplastante (esos ritmos que mete el batero...por satán!!), con unas violas por momentos disonantes y cáusticas pero perfectas.
Es injusto decir que la perfección aparece solo en este tema, porque a continuación está "Henosis", bien extrema y old school, pero extremadamente melódica y con tantos cambios de ritmo como una montaña rusa (francesa en realidad jeje). Ya a esta altura del disco, uno no puede dejar de pensar que estamos ante el mejor lanzamiento del Black Metal del año, pero todavía falta un par de cosillas por ahí...
Faltan dos composiciones impresionantes, "Metaphor of the Moon", tal vez con las mejores melodías de todo el disco y uno de los temas más profundos y "gordos" del mismo, de la mano de unos teclados absolutamente hipnóticos que te arrastran hasta el infinito, allí en donde todo saber preconcebido pierde especificidad, y solo nos guiamos por la intuición, muchas veces más aleccionadora que el conocimiento adquirido a lo largo del tiempo.
Con "Clarissima Mundi Lumina" se termina el disco, y justamente por fuera de todo saber y guiado solo por la pureza de la iluminadora intuición que me generan las melodías finales, y la violencia contenida en estos casi 49 minutos de música, afirmo rotundamente que de acá a 20 años,seguiremos escuchando y sorprendiéndonos, descubriendo nuevos universos musicales con este disco...no, disculpen, no es un disco, es una OBRA DE ARTE.

25 de diciembre de 2014

Empyrium "The Turn of the Tides" (2014)

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 Otro hermoso regreso, esta vez de la mano de los alemanes Empyrium, que habían decidido poner fin a su aventura artística allá por el año 2006, luego de lanzar "Weiland" (2002), aduciendo cierto agotamiento artístico para enfocarse en sus otros proyectos, The Vision Bleak y Noekk.

12 años después vuelven con este lanzamiento absolutamente bello y relajante, condensando su historia en canciones increíbles  que remiten como es de esperar a poesías relacionadas con la naturaleza, e instrumentaciones que van desde el folk acústico a lo extremo (en muy pocos pasajes, es cierto),  -pasando por momentos muy dark wave bajo el tamiz de sus integrantes por supuesto, y vocalizaciones sentidas y solemnes que en escasos momentos rompen en desgarradores gritos, trayéndome a la memoria aquel "A wintersunset", que se paseaba por climas folkys/medievales y arranques de intensidad y espíritu blacker.
Un arranque relajado y teatral con "Saviour", para dar lugar a un tema impresionante, cargado de dramatismo y dolor pero no menos belleza (tal vez el más cercano a sus orígenes), en donde las impostaciones neoclásicas juegan con voces desgarradas, generando un contrapunto hermoso y tensionante al mismo tiempo, que de a poco se van desvaneciendo como las olas al llegar a una playa solitaria y gris.
En "We are alone", la composición más breve de la placa, muestran que la fragilidad y la sensibillidad de antaño está intacta, acompañando las voces solo con un piano, logrando un momento de introspección único, apto para disfrutarse una mañana fresca y soleada, como la de hoy.
Estamos frente a un disco que no tiene el foco puesto de forma exclusiva en el dark folk, como ese disco llamado "Where at Night the Wood Grouse Plays" (1999), sino que mira de reojo a las corrientes por las que transitaron los alemanes en sus orígenes mientras saludan a las más modernas, que se asocian de forma muy fácil con el dark wave de los ´80.
Un disco hermoso y fácil de escuchar.

23 de diciembre de 2014

Uroboros "Misantropía & Blasfemia" e.p. (2013)


Si se fijan, al costado de su pantalla (mirando de frente, en la columna de la derecha...si ahí donde dice Bandcamp), desde hace mucho tiempo está el de Uroboros, banda Argentina que si bien tiene la etiqueta de Death Metal, Sludge, tiene muchísimo más que eso, apareciendo una pizca de grind/hardcore violento que me hace sonreir de forma casi melancólica, rememorando aquella década del '90, en donde el intercambio de cintas era casi adictivo.

Esa es la sensación que tengo luego de escuchar y escuchar este breve e.p. de menos de 17 minutos, con sonidos ásperos y crujientes, que se mueven entre acoples y riffs por momentos gancheros, y todo con un aura Low-fi que da gusto escuchar.
Son 4 canciones, de las cuales la más experimental es "En las Fauces de Uroboros", de casi 11 minutos, repletas de climas claustrofóbicos, noises y tenebrosos y el más cercano al empantanamiento sludge, mientras que en la más breve "Paz para los idiotas", emerge el crust/grindcore vieja escuela (hermoso la verdad!), mostrando aparte un saludable ataque vocal doble.
El baterista es un conocido del blog (Sebastián Ferreyra), miembro también de los enfermos mentales de Asilo, por lo que la podredumbre y la rusticidad, para los amantes del género, está asegurada.
No sean flojos y escuchen, en su bandcamp hay varias cosillas más.

22 de diciembre de 2014

Cabrocordero "Namastie Qoh" (2011)

Y después de algunas novedades, nos vamos un poco para atrás, para celebrar la presencia de bandas como estas en nuestro país.
Puede que me torne un poco pesado con el tema, pero la escena stoner/drone/doom/experimental/etc, me llena de alegría y esperanza, para que nos podamos sacar de encima a toda esa camada de supuestos adalides del metal que hace años que no sacan algo medianamente decente, anclados en su historia de "pioneros".
En este caso, tenemos un dúo que de escucharlos inadvertidos puede arruinarte la tarde.
¿En qué sentido lo digo? Si bien es cierto que comparten ciertas raíces/sonidos comunes con gente como Los Natas, Dragonauta etc., el sonido de estos muchachos es muchísimo más caótico y sacado, casi amorfo y verdaderamente esquizo, adoleciendo casi por completo de guitarras, pero reventándote la cabeza con un bajo gordísimo, distorsionado y seco como la puta madre, y una batería que bien podría estar tocada por un pulpo en celo drogado con dos kilos de merca (jejejeje).
Estas dos bestias (Patricio Lerma -bajo- y Marcos Sara -batería-) le dan "forma" a estos sonidos, y así escapan por un pelo, apenas, de la abstracción y la espeluznante hijaputez de gente como Asilo, acercándose a quien se atreve a escuchar por un costado un poco más amigable.
Vayan a su bandcamp que está piola y se puede escuchar/descargar de ahi.
Y comenten, no sean forros, que aunque sean puteadas, viene bien como combustible para seguir posteando.

21 de diciembre de 2014

Solstafir "Ótta" (2014)

Banda nueva....en el blog!...porque tiene ya casi 20 añitos encima, habiendo arrancado como una banda netamente Black Metal (con mucho de Viking), para desembocar en éste su último disco haciendo una música tan increíble que me resulta difícil dejar de escucharla y también dejar de emocionarme.
Pienso con que banda relacionarla para tener una mejor idea de frente a qué estoy, y lo primero que se me ocurre es esa vertiente melancólica que siempre tuvo In the Woods... (parece que ahora reformados y prestos a sacar un disco nuevo!), pero sumado, en la actualidad, a un reconocimiento de lo urbano y lo ciudadano que remite a bandas noruegas experimentales que también pasaron por el mundo de lo extremo, como Beyond Dawn.
Pero no solo eso, sino que imaginen como sonaría The Cure haciendo un post Black metal depresivo con nuevos integrantes, de la talla de Neige de Alcest, más la cuota épica/pagana de Primordial.
Todo eso junto suena en este Ótta, que para meterle más mística al asunto no dejan su idioma de lado, logrando el islandés darle una pátina neblinosa y sumamente triste y por momentos desesperante (el black dejó su espíritu inscripto en la banda de forma indudable).
Canciones hermosas que se toman su tiempo para entrar en clima, y cuando lo hacen, se transforman en la compañía perfecta para una tarde/noche lluviosa.)
Sin más que escribir, solo resta decir ¡que gran año este 2014!, son muchos discos memorables los que nos deja, y este es uno de ellos. Acá está el Bandcamp de la banda/disco....escuchen no sean lelos!


At the Gates "At War with Reallity" (2014)

puerta
Otro de los grandes regresos para la música extrema, compitiendo cabeza a cabeza con Carcass y Godflesh.
Desde hace años que me pregunto ¿cómo derivaron esos sonidos creados por Carcass y esta banda en un cúmulo de mierda inescuchable? Porque, seamos sinceros, hace años que no sale nada nuevo\bueno en cuanto a Death Melódico, por fuera de Dark Tranquility, Insomnium, algunas cosillas de Hypocrisy, Opeth (antes de tomar la autopista exclusivamente progresiva)...es decir, las bandas ya consagradas siguieron sacando discos realmente muy buenos (con excepción de esa porquería sueca actual de In Flames), pero la generación siguiente edulcoraron tanto la propuesta que se terminaron acercando más al emo que a la violencia melódica largamente añorada.
Y largamente añorada porque el último lanzamiento de estudio de los hermanos Björler con At the Gates es del año 1995, con aquel descomunal y ya clásico "The Slaughter of the Soul".
Y lo que logran con esta guerra declarada con la realidad, es llevarnos 20 años atrás, donde este estilo se caracterizaba y definía por su brutalidad, su honestidad y sus melodías que hacían imposible no sacudir de forma enfermiza la cabeza, mientras nos invadía la adrenalina y nos preguntábamos que tal sería como banda de sonido para asesinar a alguien y no sentir remordimientos ni culpa alguna.
Toda la formación de aquel disco del '95 está aquí, y, de nuevo, la química que parece haber entre ellos basta y sobra para suponer por lo menos algunos discos más, en donde esas violas gemelas plagadas de sentimiento jugueteen entre ellas, mientras la base rítmica golpetea hábil y sutilmente nuestros tímpanos, y Tomas Lindberg nos escupe sus cáusticas letras con el mismo odio que 20 años atrás, pero con una experiencia que obviamente antes no tenía.
Palabras aparte para Anton que abre la placa con "El Altar del dios desconocido", texto perteneciente al escritor argentino Ernesto Sábato, de su novela "Sobre Héroes y Tumbas", de la cual hay varias referencias a lo largo del disco.
Otro de los grandes regresos, y otro de los grandes discos que podemos disfrutar de aquí a la eternidad...un futuro clásico sin duda alguna.

Godflesh "A World lit only by fire" (2014)

La puta que lo parió, volvió el enfermo hijo de puta de Justin (no, Bieber no, pedazos de pelotudos bolas de aca), y acaso con su proyecto más denso y opresivo.
El regreso oficial había sido en un recital en el año 2010 si mal no recuerdo, pero eso no cuenta, sobre todo para los que esperamos las nuevas elucubraciones del Justin que hace música desde hace ya casi 4 décadas.
Habían editado previo a esta L.P. un e.p. en el mes de junio de este año que me había dejado con sabor a poco...hasta que apareció con esto.
Imposible describirlo sin hacer referencia a esas características a las que estábamos acostumbrados de esta banda que señalé en las primeras líneas: denso, opresivo, jodido, y por sobre todo, absolutamente pesimista.
A lo largo de la red se dejaron leer comentarios de pseudodecepción por la actualidad musical de Godflesh, rezando a vaya uno a saber quien para que J.K. vuelva a esos sonidos de "Streetcleaner", por ejemplo.
Me parece que eso significa que no tienen la más puta idea de quien es y como entiende el arte el bueno de Broadrick, que va para donde se le canta el reverendo culo y hace lo que le viene en gana.
Y parece mentira que un disco tan críptico y oscuro sea tan hipnótico al mismo tiempo. Con las sucesivas escuchas, van apareciendo capas y capas de sonidos que al principio no estaban ahí, o porlo menos no de forma evidente.
Lo evidente es esa pesadez esquizofrénica de la percusión, bien antihumana y maquinal (como corresponde al estilo y a la banda) y ese bajo enfermo y gordo que no te da respiro a cargo de G.C.Green, eterno ladero y parte fundamental de Godflesh.
No puedo en estos momentos destacar alguna canción por sobre otra, todavía estoy shockeado, y no puedo dejar de escuchar semejante demostración de poder, violencia y destrucción.
Uno de los grandes discos que nos deja este 2014 que se está despidiendo.

19 de diciembre de 2014

Blues Pills "Blues Pills" (2014)

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Siguiendo con esto de lo retro, como no levantarse para arriba con semejante disco de la concha de la lora, y de la mano de una banda de la puta madre que lo parió.

Nació hace menos de 4 añitos (2011), y ya tienen un disco como este y un contrato con Nuclear Blast.
Encima si te agarran desprevenido no te resultaría difícil pensar que es algún disco perdido de Janis Joplin, con un poquito más de hard rock.
Pero no. En realidad son nuevitos...tanto que el hijo e'puta de Dorian Sorriaux (guitarrista) tiene 18 tiernos añitos, y tiene una fuerza, un feeling y una técnica como si llevase 75 años tocando.
Fuerza dije...escuchen a esa belleza sueca llamada Elin Larsson y díganme si no se les ponen los pelos de punta, no solo en las canciones más rockeras, sino en aquellas más bluseras, donde saca a relucir un sentimiento soulero descomunal e hipnótico, transmitiendo una melancolía hermosa y dolorosa al mismo tiempo.
La sección rítmica no se queda atrás, y para muestra basta un botón: la cabalgata inicial de uno de los cortes del disco, y la canción con la que arranca el disco "High class woman", que no puede más que contagiar entusiasmo y buena onda, onda algo festivo que nos lleva a las épocas de hippismo y flower power, pero en pleno siglo XXI.
Un disco impresionante que no paro de escuchar desde hace dos meses, y que seguro seguirá acompañándome en estas vacaciones que llegan pronto.


11 de diciembre de 2014

Purson "The Circle and the Blue Door" (2013)

demonio
Banda muy muy nueva y absolutamente genial, con mucho menos metal que Jess and the Ancient Ones y Blood Ceremony, pero con más psicodelia y muchísimo más estética ocultista, logrando uno de los discos más adictivos que tuve la suerte de escuchar.
Por supuesto que no solo de estética se nutre esta banda (y las de su camada), sino que hay un respeto superlativo por las canciones, repletas de climas oníricos de tinte oscuro.
Me viene a la cabeza en relación a este tipo de climas a aquellos dioses llamados Goblin -que pusieran música a casi todas las películas del genio Argento- y esos otros más perdidos en la oscuridad de los 60' y absolutamente de culto que se llamaban Jacula (aunque no tan experimentales).
Algo que también no puedo dejar de señalar es la alta cuota de sensualidad y profundidad que tiene la voz de Rosalie Cunningham, tan bien articulada no solo a las guitarras sino con los teclados, pieza fundamental de las composiciones de la banda.
No está de más señalar como dato de color, que el nombre de la banda remite a uno de los grandes reyes del Infierno conocedor de todas las cosas ocultas.
Así, sabemos por donde va la lírica de la banda.
No quiero extenderme ya que como vengo escribiendo respecto de las bandas de esta camada de sonidos retro, lo importante es la canción, y acá tenemos 11 bellezas con algunos de los estribillos y coros más hipnóticos que se puedan encontrar por allí.
Saludos...y escuchen.

9 de diciembre de 2014

Jess and the Ancient Ones "Jess and the Ancient Ones" (2012)

antiguos
Otra vez Finlandia, la puta que los parió!
Es increíble la "genética musical" de estas heladas tierras, de donde es muy difícil que emerja algo de mala calidad (bueno esta Nightwish...pero bueh!).
Como estoy a full con los sonidos retro, no puedo parar de escuchar a este tipo de bandas, y esta en particular...no la saco del reproductor y del equipo de audio desde hace meses (junto con Purson).
¿Cómo puede ser que las canciones sean tan perfectas?
Evidentemente algo pasó en el camino con el resto de la movida para que de alguna forma nos hayamos olvidado de lo que importa: las canciones, y este tipo de bandas las rescatan y nos (me) sorprenden.
Hay mucho en estas 7 canciones del Heavy Clásico y la New Wave of Heavy Metal, con cabalgatas épicas y riffs que podrían haber salido de las mismísimas manos de Adrian Smith y otros.
El disco arranca muy, muy arriba con metal '80 típico pero no por eso menos memorable, con "Prayer for Death and Fire", y hace que tu cabeza y tu pie se muevan instantáneamente, mientras se dibuja una mueca de alegría en tu cara y tu mano, casi a pesar tuyo se eleva y hace la señal de los cuernos, pero sin extender el pulgar...eso no es la señal que nos identifica muchachos, eso es para Miranda y ese tipo de cosas.
Con "Twilight Witchcraft" bajan un poco las revoluciones y meten unos sonidos cuasi orientales, sonando no solo más profundos y siniestros, sino demostrando que la Bruja a cargo (Jess) tiene un vozarrón que si lo escuchás desprevenido, te puede llevar al lado oscuro y dejarte ahí sin que nadie te pueda rescatar, ni siquiera Gavilán (gracias Úrsula K. Leguin).
Y a medida que los minutos transcurren sabemos por qué estos sonidos nos atrapan; es la Muerte señores, que se pasea por delante con sus adeptos y nos seduce con esos sonidos, y nos muestra un camino que no tiene que ser doloroso.
"Sulfur Giants" tiene muchísimo de Pink Floyd, Zeppelin y Camel, y se agradece incluso la extensión y la oscura psicodelia, como si The Doors de repente hubiesen entendido la escencia del Heavy Rock de antaño, pero en la actualidad.
Incluso el clima de la canción tiene algo de disco que lo hace hasta bailable (!¡), y de nuevo esa cabalgata de riffs perfectos y bajos gordos acompañados de colchones de teclados que humedecen nuestros nostálgicos canales lagrimales, convenciéndonos de que todo tiempo pasado fue mejor (mentira, mañana es mejor, ya lo dijo el Flaco)
Siempre el ocultismo en las líricas, como tributo al "horned one", y a esos sonidos imperecederos, y salen esas dos canciones y uno duda que los turros de los violeros (Thomas Corpse, Thomas Fiend y Von Stroh...si 3 guitarras, chupala Maiden jajaja) no le hayan vendido el alma a Satanás o alguno de sus dilectos demonios inferiores.
Y en "The Devil (in  G minor)" aparece un toque Pop soul que me deja con la boca abierta, y una participación de las teclas (a cargo de Abraham) con un swing que más de uno quisiese para sí..temón de la puta madre que sirve para aclimatarnos y entender que para sonar oscuro no hace falta violas afinadas con un sifón ni micros sacados del cyber de la esquina (teléfono Varg).
La placa termina con otra canción extensa, "Come Crimson Death", heredera de climas extraídos de Jethro Tull y Zeppelin por igual, (y Queen y Elton John, por qué no!)...y con un sentimiento pop por la melodía que "asusta" y que podría ser la banda de sonido para un hermoso funeral satánico.
Tal vez uno de los grandes discos de los últimos 5 años, y un arte de tapa que condensa todo lo que uno espera de estas bandas y la metáfora perfecta de su música.
Los amantes de la MÚSICA no se lo pueden perder...creo que no se lo perdonarían nunca.

5 de diciembre de 2014

Electric Wizard "Time to Die" (2014)

 amorir
amorir
Para los amantes de los sonidos densos y arrastrados, esos llenos de acoples y riffs que rezuman petróleo y maldad, Electric Wizard es uno de los más dignos herederos de La Bruja, sonando incluso más esquizofrénicos que el genial  Tomi/Ozzy y los suyos.
Nunca estos ingleses fueron amables ni estuvieron pegados a los sonidos de moda, sino que más bien eran los parias de una escena que de repente estallo...y allí estaba Lee Dorrian y su Rise Above Records, para sostener y proclamar a todo el mundo su adoración por los sonidos made in '70.
Este es por supuesto su último disco, y es de esos que considero bien hijos de puta y mala onda. Esos discos en donde no hay un resquicio por donde se cuele un haz de alegría ni luz.
Una hermosa escupida al paraíso ideal del flower power: "...no me importa lo que digas, todas las flores se vuelven negras y mueren de cualquier forma, es tiempo de morir...".
Mientras muchas bandas rescatan el sonido vintage para crear canciones que remiten a la pesadez jodona y desinteresada, acá no hay nada de joda, sino un desprecio gigantesco por lo humano, y una búsqueda por la blasfemia más sórdida y demente que se pueda encontrar, de la mano de loas gritadas y obvias a la droga y a lo que remita a la muerte y a la aniquilación de la sociedad: "...decís que las drogas son malas, pero tu mundo me parece peor; no me importa una mierda nadie o tu sociedad, solo necesito el incienso para los malditos..."
Y no solo eso, ya que también hay adoración a los muertos, acorde al sonido inmundo y podrido de los Wizard, que te aplasta y te pasa por encima como si todo el ejército de los Caminantes Blancos en Juego de Tronos apareciera de repente a través de tus parlantes: "...amamos a los muertos, confiamos en los muertos, somos los muertos, cuándo te morirás también?...dejaré flores negras en tu tumba..."
Pocas son las bandas que permiten sostener el sufrimiento y regodearse en el,  y Electric Wizard viene como anillo al dedo...es como si fuera la banda de sonido ideal para los que amamos los muertos, y disfrutamos de los sonidos tenebrosos sin perder el rock y el metal bien podridón de fondo.
Muy bueno, disfruten.

2 de diciembre de 2014

Mount Salem "Endless" e.p.(2013) / "Endless" L.P. (2014)

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Entrada triunfal de esta gente de Chicago, Illinois, con su debut inicial, algo cercano al cielo si nos adentramos en esos sonidos vintage que venía comentando en el post anterior.
Absolutamente adictivo, oscuro, hipnótico y etéreo al mismo tiempo. Es más, desde hace por lo menos 9 meses (o más) que no puedo dejar de escuchar esta pieza de Rock/Doom/Psicodelia, con algunos de los climas mejores logrados en años.
No, no hace falta pintura en la cara, ni pose de haber fumado pastafrola en escabeche o declaraciones públicas de cuanto desea el apocalipsis ni la muerte de la cultura judeocristiana (teléfono al débil mental de Varg Vikernes).
Lo que importa acá es la canción, y el cuarteto demuestra una capacidad maravillosa para construirlas, y una sensibilidad fuera de lo común, para, sin hacer nada nuevo estrictamente hablando, tocar la fibra íntima de los que amamos esos sonidos oscuros y psicodélicos al mismo tiempo. Las referencias son similares a las que tienen las bandas de esta movida retro: Black Sabbath, Blue Cheer etc., más una cuota importante del blues más arrastrado, todo aderezado en una producción bien orgánica y low-fi que resalta los orígenes del querido doom.
Y algo que resalta es también en este caso la potencia y la ambivalencia que posee Emily Kopplin (voces y órgano) en sus cuerdas vocales para transportarte a tiempos pasados, al tiempo que parece ser una tierna niña inocente...lo cual es obviamente mentira. La formación se completa con Cody Davidson (batería), Mark Hewett (bajo) y Kyle Morrison (guitarras).
Sueños lúcidos, lunas llenas y 6 canciones de la puta madre para rememorar los buenos viejos tiempos, de la mano de un debut más que auspicioso.
P.D.: según su bandcamp oficial, su larga duración oficial ya está a la venta de la mano de Metal Blade, constando de estas canciones, con un agregado de dos más, que le agregan más doom y pesadez a la banda, pero con el mismo críptico arte de tapa.
Les dejo ambos, escuchen y comenten.