20 de noviembre de 2014

Nachtmystium "The World We left behind" (2014)

deteneme
Otro disco de la puta madre del loco de mierda de Blake Judd, dejando en claro que las etiquetas están hechas para los imbéciles como nosotros, que necesitamos aparentemente de ellas para poder transmitir en palabras toscas algo de la música que nos gusta, nos interesa o lo que sea.
Lo que pasa cuando el black se mezcla de forma bella y desinteresada con influencias ochentosas es digno de escucharse, sobre todo en estos americanos que no tienen problema en saltar y hacernos viajar con cada canción de década en década.
Un inicio breve e hipnótico, heredero de ese noise de los '80, bien industrialoso y ganchero que condensa rápidamente el alma de la placa, con un riff descomunal que si no se te mueve la cabeza y los pies automáticamente es que tendrías que estar escuchando tan biónica y no a los Nachtmystium.
Riff ganchero + dark wave + retroheavy = "Fireheart", y una declaración de principios que hace honor a la historia de la banda -pero no a su lider-: "...nada en este mundo puede detenerme..."
También hay lugar para el low fi y la magia eterna noruega de las manos de algunas canciones que vienen con unos arpegios limpios ocultos que purifican nuestra renegrida y mísera alma, demostrando que tiene las cosas claras al crear climas que pueden ser corrosivos y violentos, sin verse obligado a abandonar la belleza. Ejemplo: "Into the endless abyss", con teclados que rememoran aquel descomunal "Assassins..." (2008), donde el black y la psicodelia floydeana se daban la mano sin vergüenza alguna y a plena oscuridad del día.
Con "In the abscense of existense" el midtempo y riff inicial remerora al que escribe, aquella canción pseudopop de los dioses noruegos Satyricon, en su última producción, en donde estaban acompañados por Sivert...pero no tan inclinados al pop...solo el aura.
El aura. Algo que Blake siempre tuvo, y del más maligno, en este caso mixado con bases electro extrañas, y guitarras bien disonantes y fáciles de escuchar al mismo tiempo en el tema que le da título al disco y que es una verdadera belleza vertiginosa y épica -tamizado por el sonido de Nachtmystium por supuesto.
Para terminar, un disco que atraviesa y resume de manera perfecta todas las facetas de la banda, dejando la puerta abierta para alguna futura proeza musical.
P.D.: tal vez una de las mejores portadas de la discografía de estos yankees locos.

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