16 de abril de 2011

Neil Young "Le Noise" (2010)

noise
Y si hablamos de música hipnótica y única no podemos dejar de escuchar la última joya parida por esta leyenda mundial, que creo conocida por todos.
Para los despistados, este tipo (canadiense, para más datos), ya formaba parte de los Folk-Rockers Buffalo Springfield, en los '60. Pero no se quedó hay, porque fundó ese hito en la historia de la música, llamado Crazy Horse; y por si eso fuera poco integro Crosby, Still, Nash & Young. Todos, todos proyectos/bandas recomendables y obligatorias para entender la música de mediados del Siglo pasado.
Pero lo que aquí les traigo es el último esfuerzo de este guitarrista, en donde lo encontramos acompañado por...su guitarra y su amplificador...en una iglesia ¡Y nada más!
No se pueden imaginar lo que logra este tipo solo con eso, y con su voz, sin dejar de lado un carisma descomunal.
Suena todo tan real, y tan honesto y despojado, que es difícil sacarse las melodías que van emergiendo de esta combinación minimalista y sutil, y cargada de sentimiento por supuesto.
Si me tuvuese que poner a resaltar alguna canción por sobre las otras sería profundamente injusto. Mientras escribo esto no me puedo alejar de la furia paradójica de la canción de amor inicial, "Walk with Me", aunque tampoco de ese ejercicio melancólico y Folk titulado "Love and War".
Y por capricho nada más otra pequeña muestra de agresividad musical sorprendente en "Angry World", con una distorsión bien grave, garage casi.
Otro lugar reconfortante para recostarse es ese Folk sureño llamado "Peaceful Vally Boulevard", tan hipnótico como las voces regaladas por el mítico Neil.
El clima que respira el disco es sublime, y se siente cierto misticismo imposible de metabolizar y pasar por alto.
Simplemente, uno de los mejores discos de los últimos años.

11 de abril de 2011

Earth "Angels of Darkness, Demons of Lights I" (2011)

angelito
Tal vez alguien me pueda explicar que pasa por la cabeza de un músico que varía tanto su propuesta en tan pocos años, logrando la misma intensidad e hipnotismo con tan distintos sonidos.
Earth comenzó con eso de la música abrasiva y sin sentido allá por el año 1990, con una seria de demos, seguidos por varios discos bien extremos, llenos de acoples y distorsión, superponiendo capaz de saturación tras capas de saturación, y logrando unas texturas tan insoportablemente ásperas y abrasivas, que se volvía muy difícil escuchar un disco entero individualizando las composiciones, que pasaban a ser meras ondas de "ruido".
Pero eso cambió, y de a poco empezó a aparecer una belleza inusitada en sus relajadas composiciones, mixturadas ahora con altas cuotas de Rock y Stoner (otra forma más cool de llamar a este estilo), hasta que Dylan Carlson decidió mostrar su admiración por compositores clásicos, de esos que musicalizaban aquellas películas Westerns llenas de climas desérticos y atardeceres áridos...Morricone, por ejemplo.
Así, apareció ese hermoso e.p. titulado "Hibernaculum" (2007), que ya reseñamos, y donde sorprendían con climas que invitaban a un viaje por las alucinógenas tierras de Castaneda, pasando a esa otra obra fundamental del año siguiente, "The Bees made Honey in the Lion's Skull" (2008), donde ya era evidente el abandono por los tonos cáusticos, para encontrar superficies...no se si más coloridas, más agradables, pero seguro que más hipnóticas y muchísimo menos abrasivas y dolorosas.
Ese es el más reciente camino a través del cual llegaron a este descomunal disco, creo que aunque pronto para aseverarlo, uno de los mejores del año, y uno de los mejores de su extensa discografía.
Dylan Carlson y cía. volvieron a demostrar que a veces (la mayoría) meter 500000 notas en 10 segundos es tan al pedo como poco efectivo (Malmsteen y Timmo Tolki, la tienen recontra adentro giles).
¿Puede un disco ser relajado y pesado, oscuro y luminoso, todo al mismo tiempo? Suena contradictorio, pero con Earth todo es posible. Un verdadero y refrescante oasis, entre tanta basura dando vuelta.
No hace falta fumar nada ilegal para viajar con este disco, la música cumple la cuota adictiva necesaria para acompañarnos a ese cálido lugar habitado por extraños demonios de luz.
Basta de palabras, una obra maestra.