9 de diciembre de 2014

Jess and the Ancient Ones "Jess and the Ancient Ones" (2012)

antiguos
Otra vez Finlandia, la puta que los parió!
Es increíble la "genética musical" de estas heladas tierras, de donde es muy difícil que emerja algo de mala calidad (bueno esta Nightwish...pero bueh!).
Como estoy a full con los sonidos retro, no puedo parar de escuchar a este tipo de bandas, y esta en particular...no la saco del reproductor y del equipo de audio desde hace meses (junto con Purson).
¿Cómo puede ser que las canciones sean tan perfectas?
Evidentemente algo pasó en el camino con el resto de la movida para que de alguna forma nos hayamos olvidado de lo que importa: las canciones, y este tipo de bandas las rescatan y nos (me) sorprenden.
Hay mucho en estas 7 canciones del Heavy Clásico y la New Wave of Heavy Metal, con cabalgatas épicas y riffs que podrían haber salido de las mismísimas manos de Adrian Smith y otros.
El disco arranca muy, muy arriba con metal '80 típico pero no por eso menos memorable, con "Prayer for Death and Fire", y hace que tu cabeza y tu pie se muevan instantáneamente, mientras se dibuja una mueca de alegría en tu cara y tu mano, casi a pesar tuyo se eleva y hace la señal de los cuernos, pero sin extender el pulgar...eso no es la señal que nos identifica muchachos, eso es para Miranda y ese tipo de cosas.
Con "Twilight Witchcraft" bajan un poco las revoluciones y meten unos sonidos cuasi orientales, sonando no solo más profundos y siniestros, sino demostrando que la Bruja a cargo (Jess) tiene un vozarrón que si lo escuchás desprevenido, te puede llevar al lado oscuro y dejarte ahí sin que nadie te pueda rescatar, ni siquiera Gavilán (gracias Úrsula K. Leguin).
Y a medida que los minutos transcurren sabemos por qué estos sonidos nos atrapan; es la Muerte señores, que se pasea por delante con sus adeptos y nos seduce con esos sonidos, y nos muestra un camino que no tiene que ser doloroso.
"Sulfur Giants" tiene muchísimo de Pink Floyd, Zeppelin y Camel, y se agradece incluso la extensión y la oscura psicodelia, como si The Doors de repente hubiesen entendido la escencia del Heavy Rock de antaño, pero en la actualidad.
Incluso el clima de la canción tiene algo de disco que lo hace hasta bailable (!¡), y de nuevo esa cabalgata de riffs perfectos y bajos gordos acompañados de colchones de teclados que humedecen nuestros nostálgicos canales lagrimales, convenciéndonos de que todo tiempo pasado fue mejor (mentira, mañana es mejor, ya lo dijo el Flaco)
Siempre el ocultismo en las líricas, como tributo al "horned one", y a esos sonidos imperecederos, y salen esas dos canciones y uno duda que los turros de los violeros (Thomas Corpse, Thomas Fiend y Von Stroh...si 3 guitarras, chupala Maiden jajaja) no le hayan vendido el alma a Satanás o alguno de sus dilectos demonios inferiores.
Y en "The Devil (in  G minor)" aparece un toque Pop soul que me deja con la boca abierta, y una participación de las teclas (a cargo de Abraham) con un swing que más de uno quisiese para sí..temón de la puta madre que sirve para aclimatarnos y entender que para sonar oscuro no hace falta violas afinadas con un sifón ni micros sacados del cyber de la esquina (teléfono Varg).
La placa termina con otra canción extensa, "Come Crimson Death", heredera de climas extraídos de Jethro Tull y Zeppelin por igual, (y Queen y Elton John, por qué no!)...y con un sentimiento pop por la melodía que "asusta" y que podría ser la banda de sonido para un hermoso funeral satánico.
Tal vez uno de los grandes discos de los últimos 5 años, y un arte de tapa que condensa todo lo que uno espera de estas bandas y la metáfora perfecta de su música.
Los amantes de la MÚSICA no se lo pueden perder...creo que no se lo perdonarían nunca.

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