Swans "Children of God" (1987)

cisnes

Agobiante sería una palabra acorde para poder describir brevemente la música contenida en este disco.

Le debo este descubrimiento al Sr. Conde Garfield, que hace un tiempo largo ya me preguntó si la había escuchado mientras buscaba sensaciones de opresión y desesperanza, algo con que llenar el vacío cirdundante.

Si bien tardé mucho tiempo en comprender y aceptar que ese vacío no es posible de ocupar, eso me llevó por rumbos impensados, logrando encontrar gemas como la que hoy reseño.

Y lo mejor de todo es que sigo descubriendo cosas. El núcleo de la banda es Michel Gira y Jarboe, esta última una cantante, compositora, tecladista de New York (de donde son originarios Swans) que conocí escuchando un e.p. de Neurosis con su colaboración.

Es por este lado que termino entendiendo a este tipo de bandas (Neurosis y todas las que lo siguen), y de donde salen esos climas opresivos ejecutados a ritmo de tortuga, que son casi una tortura.

Es tan rara la música de Swans para la actualidad como lo fue en su momento Godflesh dentro del metal, porque los orígenes de la banda es en el Post-Punk neoyorkino, esa cantera de músicos y artistas en general que en la década de los '80 revolucionaron la escena musical a nivel mundial.

Imaginen las bandas de Funeral Doom, pero despojadas de la faceta de metal, y sumidas en un mundo industrial decadente donde la oscuridad reina por sobre todas las cosas. Mención aparte para la mencionada Jarboe, que por momentos suena celestial, pero en otros, al momento de tensar las cuerdas, suena como una antigua diosa nórdica cargada de ira, aunque contenida y sin llegar a los gritos.

Escuchen, que es toda una experiencia las que obtenemos de estos niños de dios.