Como para bajar un poco la adrenalina, y comenzar un gran viaje por las tierras del Medio Oriente, teniendo como banda de sonido inicial a los israelitas Salem, con su debut larga duración. Creo que llegué a gastar las cintas de ese cassette grabado a alguno de los tantos que intercambiábamos música en aquellos años (1994/1998).
La sensación que de arrastra a lo largo del álbum es de desesperación y opresión, sobre todo en los momentos de mayor lentitud...y una pregunta que nos escupe la banda en todas las composiciones del disco, sobre la muerte, el miedo y el futuro en el mundo, cada vez más lleno de enfermedades y odio.
Interesante también se vuelven los momentos más cercanos al Death Metal, porque le dan a los temas un poco más de dinamismo y diversidad, haciendo la cuestión más divertida y no tan opresiva.
La sensación que de arrastra a lo largo del álbum es de desesperación y opresión, sobre todo en los momentos de mayor lentitud...y una pregunta que nos escupe la banda en todas las composiciones del disco, sobre la muerte, el miedo y el futuro en el mundo, cada vez más lleno de enfermedades y odio.
Interesante también se vuelven los momentos más cercanos al Death Metal, porque le dan a los temas un poco más de dinamismo y diversidad, haciendo la cuestión más divertida y no tan opresiva.
Las melodías que se pueden respirar a lo largo de las 10 canciones son de la más pura tradición oriental, y realza aún más las raíces de esta longeva banda (creada en el año 1985).
Un disco que me dio muchos buenos momentos, y escuchándolo de nuevo, se presentan de nuevo.
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