rosas |
Que mejor que salir del último de los holandeses y entrar en esta maravilla noruega que sorprendió a mas de uno con este disco.
Hagamos un poco de memoria. Estos noruegos fueron unos de los primeros en meter una soprano en el estilo que cultivaban en sus inicios, un hermoso y profundo Death Doom con toques de romanticismo clásico que helaba la sangre.
Para este disco, la dupla de guitarristas cambió, y los nuevos trajeron a su vez nuevas influencias, tomadas desde el dark pop más refinado, y logrando lo que para muchos metaleros es una utopía: cambiar el sonido y el estilo y no ser defenestrado en el intento. Es cierto que otras bandas lo lograron (Anathema, por ejemplo) y lo pudieron sostener en el tiempo, pero eso es para otra reseña.
Aquí la profundidad tiene colores más diáfanos y pinceladas que no generan la tensión que había en "Velvet Darkness They Fear", pero que son muchísimo más efectivas en eso de clavarse en la mente y sonar como un mantra repetitivo que relaja aunque uno de oponga.
Las intervenciones dramáticas de Liv (esa belleza noruega que compite con la otra musa, Kari) se tornan más etéreas y profundas, demostrando sus capacidades vocales y sosteniendo un laburo impresionante desde todos los ángulos imaginables.
Otro que se destaca es Raimond, que deja las voces podridas para encaminarse a oscuros y románticos recitados.
No hay ningún tema que se destaque, ya que estamos frente a un clásico que es obligatorio escuchar completo...aunque "Siren" me puede, siendo el más "doom" de la placa.
Una obra de arte, que se volvió inolvidable justo después que salió ese bodrio igualmente insuperable titulado "Musique", un hito de la porquería musical emanado de las entrañas de Noruega.
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