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Este disco es el primero que escuché del gran saxofonista norteamericano. Todavía recuerdo que pasaba por una disquería, y revisando la sección de Jazz vi el lomo del cassette (ya que todavía no tenía reproductor de cd) con ese título tan sugerente. Así fue mi entrada al mundo del Jazz de Branford Marsalis y sus múltiples formaciones (trío, cuarteto, quinteto, etc).
En "The Beautyful Ones..." se pueden encontrar composiciones calmas como la que le da título al disco (aunque promediando la canción haya una parte un poco más free), canciones clásicas, y experimentos sonoros cuasi progresivos como "Dewey Baby", en el que la tensión instrumental es llevada al extremo de la exasperación con una melodía que se repite cíclicamente durante los 9'09''.
Ahora, lo importante en este disco es lo que logra Branford acompañado simplemente por dos músicos: el contrabajista Bob Hurst y el baterista (aunque tal vez sea un pulpo al que le implantaron cerebro humano) Jeff "Tain" Watts, quienes se lucen a lo largo del extenso disco (casi 79').
Otra cosa que me llamó la atención: la concepción radicalmente diferente que tiene Branford del Jazz respecto de su hermano (que no me cae muy simpático) Wynton, trompetista él y que se encuentra como invitado en el disco, y el saxofonista Courtney Pine. Y es que en sus discos solistas, el trompetista se demuestra como un músico conservador al extremo, llegando a aburrir hasta puntos soporíferos.
Un disco en el que encontramos Jazz clásico (muy influenciado por el fantástico Coltrane), y locuras pertenecientes a las experimentaciones más acordes al Free Jazz de genios de la talla de Ornette Coleman.
Por lo pronto, escuchen este disco que no solo es un clásico dentro de la discografía de Branford, sino también del Jazz de los últimos 20 años.
Disfruten de esta maravilla de la música que es tan hermosa como la tapa del disco, y como los que aún no han nacido.
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