10 de agosto de 2009

Natas "Ciudad de Brahman" (1999)

desert
Otro tremendo disco de estos argentinos, que hoy ha dejado de ser trío para convertirse en cuarteto.
Pero en este disco, son un trío, de esos inolvidables. Las canciones y los climas presentados o insinuados en el disco anterior acá se multiplican y se vuelven más psicodélico, y las influencias se vuelven más retro, con un sonido realmente inigualable.
Porque eso es lo maravilloso de Natas. Es un viaje de ida a lugares míticos, un recorrido por las mentes de 3 tipos que están anclados en lo mejor de las raíces del Rock, con una lírica (aunque escasa) tan particular que hace que se te disparen miles de preguntas que no se responderán necesariamente ahora, y quedará resonando allí adentro.
Cada pulsación del bajo (por dios, no puede ser más gordo ese sonido), cada redoble o cada arreglo de percusión....cada nota disparada por esa guitarra genial (Sergio Chotsourian es uno de los mejores guitarristas que hay dentro del estilo, por lejos) que te hipnotiza con tan poco....pero de una forma tan efectiva y tan poco efectista que da placer someterse a sus desérticas tonalidades; que gran canción es "Tufi Meme": "...Viene del desierto..." canta Sergio, y le creo. Cada vez que escucho los discos de esta banda me acuerdo de los cassettes que escuchaba hace tantos años atrás, cuando después de muchas audiciones, el sonido se iba haciendo low-fi, y mantenían ese encanto, casi como un tesoro.
Tesoros. Eso son las canciones de este disco. Todas. En este momento me dejo llevar por la melancolía y la delicadeza de "Brisa del Desierto", tan hipnótica como las otras, pero, solo por hoy, enormemente bella.
"Alohawaii" es también una hermosa canción. Pero la más atrapante de todas es "Adolescentes":"Regresar, regresar al lugar donde nací...aterrizar...una y otra vez...", o la angustia y ese no saber sobre el origen y el lugar de uno. "Resplandor" no se queda atrás, y es ideal para escucharlo durante un amanecer en la playa, o en las montañas. Hagan la prueba y me cuentan.
Este disco, sin contar el compilado de rarezas "Unreleasd dopes" del '99, es justo el anterior al gran "Corsario Negro", y eso es ya mucho decir.
En fin, es rock poderoso, pero sentimental al mismo tiempo; melancólico y alegre...una especie de paradoja musical imposible de no disfrutar. Una de las mejores bandas del Rock argentino de los últimos 15 años.

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