21 de marzo de 2011

Boris "Amplifier Worship" (1998)

sapito
Si, estoy enardecido con los sonidos más lentos e hipnóticos, monótonos si quieren, desde que el mes de Marzo arrancó. Es cierto que voy mezclando de a poco con otras cosas para no quedar enterrado entre tanta pared de guitarras distorsionadas y acoples, pero es un mes que demanda tranquilidad y relax, y a eso lo logro con esta música.
Sí, ya sé, me van a decir por qué no ponés un disco de Jazz, o algo más darky, tipo Canaan...pero no...me relajo con esto y punto, no muchas más explicaciones.
Y acá estoy, escuchando el segundo disco de estos prolíficos japoneses  (péguense una vuelta por su web oficial y van a ver), hipnotizado tanto por los acoples como por las melodías que fluyen de ese ser diminuto y poderoso  que toca la guitarra, y que seguramente está poseída por un antiguo demonio oriental.
Es impresionante la cantidad de texturas que logra esta mujercita con sus deditos pequeños puestos sobre el diapasón, por supuesto que en comunión con sus eternos compañeros de ruta, Takeshi y Atsuo, logrando este último momentos memorables y tortuosos con su garganta acoplada a los sonidos ásperos, rugosos de lo mejor del Drone.
Pero no solo eso, porque también nos topamos con melodías y progresiones provenientes del Rock clásico, hijas directas del Floyd más volado y espacial (o de Hawkind, por qué no).
Ya para esta época había devenido en trío, y sin perder una pizca de fuerza, ganando en sutilezas y climas.
Boris es una banda a la que hay que escuchar tomándose el tiempo necesario, y que vayan emergiendo los variados colores que componen su paleta cromática.
P.D.: ¿Qué se imaginan cuando ven la portada del disco, tan amable y Pop? Bueno, seguro que no es eso.
Entren y adoren los amplificadores usados en este pedazo de disco.

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