bueno |
Tengo una particular debilidad por este trío americano tan difícil de encasillar.
Esta dificultad es directamente proporcional a la facilidad con la que se disfruta su arte. Todas las influencias que se les ocurra meter en los espacios que dejan una batería minimalista pero imponente, un bajo slide de 2 (¡si, dos!) cuerdas, y ese saxo que reemplaza de manera tan inesperada como sutil a las guitarras omnipresentes que deberían estar ocupando su lugar.
¿Realmente importan las guitarras? Para quien esto escribe, fanático y enfermo incurable de gente de la talla de Zappa, Gilmour, Page, y por sobre todo ese extraterrestre irrepetible llamado Hendrix, la respuesta inmediata es...¡¡por supuesto, si es EL instrumento del Rock!!...seguro?
Bueno, Morphine en su primer disco se dan el lujo no solo de reemplazarlas, sino que logran que ni las recuerde siquiera. Y esta bien, ya que la estridencia de una guitarra arruinaría los sutiles climas que emergen y salpican como destellos oscuros cada canción.
Una banda oscura, pero refinada y sexy al mismo tiempo. Tal vez una de las mejores para disfrutar de un buen licor, un buen habano o una gran mujer, aunque no tiene por qué plantearse de manera excluyente la ecuación.
El inicio de una discografía breve pero indispensable, sobre todo si sos amante de la música y los rótulos te importan simplemente nada.
Canciones, eso es lo importante en Morphine, y nunca se van de foco. Toques cortos, precisos como un afilado bisturí que te separa la piel casi sin hacerte sangrar. Porque si te pasa de rosca te morís, y si te morís no podés escuchar más Morphine...
Y dejar de escuchar Morphine (o no disfrutar al hacerlo), es muy parecido a estar muerto...y así.
Escuchen y dejen de leer esto ya mismo.
Le estoy dando una leida a su blog. ESta muy bueno, ya me estoy descargando varios discos. Chido
ResponderEliminarAGUANTE MORPHINE!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarcomo bajista... mark sandman,es uno de mis idolos