paraiso |
Y seguimos por acá, en Inglaterra, visitando a otros de los pioneros del Doom/Death, que si bien abandonaron hace mucho el subgénero, no por eso dejaron de hacer buena música, luego de andar un poco perdidos y faltos de ideas...o presionados por el sello al que pertenecían en aquellos tiempos, según dijeron en varias entrevistas.
Luego de abandonar aquel sello (EMI), recalaron en Gun Records (subsidiaria de Sony), y al comienzo no hubo nada nuevo: el bastante flojo "Symbol of life"(2002), pero 3 años después, levantaron la puntería con este autotitulado, empezando el esperado retorno a las fuentes.
Sonando realmente inspirados, con canciones compactas y riffs gloriosos, esos que hacen que aunque no quieras, el pie y la cabeza se muevan automáticamente, y se te dibuje una mueca sonriente en la cara.
Dejan de lado el sonido falto de identidad ("One Second" y "Host", sobre todo), y aparecen las manos mágicas de Gregor Mackintosh y Aaron Aedy en guitarras, sonando ajustadísimos. La base rítmica no se queda atrás, con Jeff Singer (batería) y Stephen Admondson (bajo) acompañando cual relojito suizo, y dándole espacio a Gregor incluso para que dibuje con unos teclados que recuerdan a lo mejor de Paradise Lost.
Nick Holmes deja su pose de cantante dark-pop, y vuelve con esas cuerdas que tanto influyeron en el género, para darnos una alegría enorme.
Con esta formación volverían a satisfacer las expectativas con "In Requiem" (2007), y de allí no pararon hasta ahora, cambiando solo el baterista, y logrando un disco indispensable como "Tragic Idol" (2012).
Pero ese será para otra reseña.
Disfruten y comenten.
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