29 de octubre de 2012

Dan Swanö "Moontower" (1999)

ojo
Tal vez uno de los primeros en esto de la música extrema y su exquisito blend con la melodía.
Este sueco se diferencia(ba) de sus contemporáneos porque sabía hacer diversas cosas con ese instrumento único que posee: sus cuerdas vocales.
Podía pasar del rugido más oscuro a la vocalización más etérea y melódica que se les pueda ocurrir...y eso ya por el año 1992 con esa banda que hizo historia, Edge Of Sanity.
Me fijo en los discos que tengo, en cuales me gustan tanto que tengo que escucharlos siempre...son muchas bandas (dentro del metal), diferentes estilos incluso...pero siempre aparece este tipo cantando o tocando la batería, o el cello, o el teclado, un enfermito el muchacho, que encima produjo muchos grandes discos de la última década del Siglo XX.
El tema es que acá, después de mostrarlo sin vergüenza en muchos de sus proyectos, mete toda la carne en el asador, con climas  y colchones de teclados que muchas bandas progresivas de híper músicos matarían por componer.
Es cierto, el muchacho se encarga de todo, y eso al final termina haciendo ruido, porque debe ser bastante insoportable tener a alguien así al lado en una banda.
Hasta en la tapa se muestra esa idea bentamiana del panóptico, ese Ojo que todo lo ve...pero que al mismo es la puerta al vacío más insondable...tal vez la mente de Dan, capaz de metamorfosearse camaleónica y repentinamente en cualquier cosa que le plazca, total, tiene con qué.
Y eso es algo que no muchos pueden decir. Brindo por eso.

1 comentario:

  1. Qué casualidad!

    Sonaba este disco mientras leía el relato del espejo, y no fue sino bajar un poco con la ruedita del mouse para encontrarme con este Moontower reseñado por tu pluma.

    Realmente una entretenidísima obra de este inquieto sueco, del que aún me falta conocer la mayor parte de su vasto catálogo musical. Este es el único disco que sacó bajo su propio nombre, y musicalmente lo encuentro a mitad de camino entre el material de Edge of Sanity y sus primeras aventuras con Nightingale. De los primeros contiene la agresividad Deather y de los segundos esa frescura que le dan los omnipresentes sintetizadores y la voz suave ocasional que utiliza Dan.

    Como curiosidad, comento que el ojo de la portada es del mismísimo Swano, que fortalece la afirmación de que él es TODO en este disco.

    Saludos, Darklord.

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