9 de septiembre de 2010

Rata Blanca "Rata Blanca" (1988)

clasico
La puta madre, que disco impresionante. Aún hoy escuchándolo no puedo creer la calidad de cada una de las composiciones.
Si bien es cierto, como se darán cuenta los que siguen el blog de manera asidua no soy lo que se dice un amante del heavy que practica la Rata, pero se reconocer un buen disco aunque no me guste el estilo.
Y este disco es del carajo, che!!!
Posiblemente me manden a la mierda unos cuantos, pero creo que estamos ante EL disco de Rata Blanca, en donde si bien sus influencias se dejaban escuchar, no se podía catalogar de robo descarado a Blackmore y compañía.
Y encima está lleno de clásicos, entre los que se puede elegir. Amén de los dos instrumentales espectaculares...confieso que estuve muchos años sin escucharlos porque me habían llegado a empalagar con tanta demostración de notas y velocidad insulsa. Pero hay los volví a escuchar y me volaron la cabeza, sobre todo el que cierra el disco.
Y para todos los amantes de las canciones de barrio, dos de las mejores de toda la discografía de la banda; por un lado "Chico Callejero": Callejero, eres dueño de tus sueños, tu vida, tu libertad. Tus caminos son eternos, aunque busques un punto donde llegar. Sólo vos sabés cómo y dónde se tranza, que la calle es tu verdad, porque vos siempre serás un chico callejero. Tu familia te reprocha esa forma de vida que vos llevás. No te aflijas, ellos piensan que la vida se basa en sociedad. Puedes ver que el mundo sirve de poco, en la calle aprenderás, verás la vida real de los hombres en serio. Callejero, hoy seremos compañeros y amigos una vez más. Callejero, nuestros sueños nos convierten en amos de la ciudad. No podrán sistemas ni policías, arrancar de tu alma ya ese gusto de ser un chico callejero."; por el otro, un tema extenso y emotivo, con una sensación de tristeza que atraviesa toda la canción y unos teclados acojonantes, mientras Saúl Blanch nos lastima cantando sobre la Guerra de las Malvinas..."Gente del Sur": La soledad no es mal camino, en este mundo todo está mal. La sociedad sigue mostrando que es solamente parte del mal. Puedo contarte tristes historias que en estas tierras viví. Puedo sentir hondas heridas que mortifican mi ser, por ver tanta injusticia. Madres de hoy lloran sus hijos en una plaza de la ciudad. Y el gran imperio bebió la sangre del que pedia su libertad. No se muy bien cuál fue la gloria en esta guerra del sur. Hoy puedo ver miles de cruces en estas islas que Dios nos dió a todos los hombres. En soledad hoy los recuerdo, gente valiente del sur. Y la verdad sólo es divina, sólo es cuestión de esperar que Dios haga justicia." Este tema en particular suena mucho al Black Sabbath de los '80, sobre todo por esos colchones de teclados, acompañados por precisos punteos de Giardino (venía de tocar en la emblemática V8, de Civile y Iorio). Aparte de pasarle por arriba a la pedorrada de Porchetto sobre el mismo tópico.
Es cierto que las letras pueden sonar un poco ingenuas para los más grandes, pero para alguien de 11 o 12 años son un mazazo en la nuca (como el riff de "Rompe el Hechizo"), y eso significaron para mi. Me parece que fue la primera banda de metal que escuché, y la que me llevó de a poco a otras cosas, como la música clásica (de quien Giardino es fanático- o de algunos de sus compositores más emblemáticos-).
El único defecto que hoy le encuentro es la deficiente tarea de producción y masterización, con un sonido realmente malo. Pero era lo que había.
Actualmente sigue en actividad, aunque no me suenan tan intensos como hace 24 años.
Un disco imprescindible, con una formación única.

No hay comentarios:

Publicar un comentario