satyricon |
No puedo creer que no haya posteado esta obra de arte todavía, a menos de 24 hs. de que los míticos noruegos se presenten en Buenos Aires (afirmo, no es Argentina, solo Buenos Aires!).
Y yo acá, a más de 1000 km. sin poder ir a verlos, la puta madre.
Después de haber escupido al mundo su oscuro "The Shadowthrone" (1994), aparece este disco descomunal, que sería referencia absoluta en la discografía de Satyricon en varios sentidos.
Por un lado sacaba a relucir todo lo demostrado en lanzamientos anteriores, intensificando aún más lo épico y misterioso de sus composiciones. También hay violencia y nihilismo, con unas melodías que pueden pasar desapercibidas para los que creen que Satyr solo hace ruido de forma gratuita y caótica.
Un disco que arranca con un párrafo de "El libro de las Revelaciones", con la frase inicial "Esto es el Armaggedon!", no puedo menos que creer que algo interesante va a aparecer. Los riffs son descomunales, y los climas entre épicos y medievales se suceden.
De repente aparece un clásico que no puede faltar en ninguna discografía sobre la música del Siglo XX: EL HIMNO de Satyricon, "Mother North", mostrando como una banda puede sonar violenta, mística, pagana y melancólica al mismo tiempo. Sin palabras después de semejante canción, que fuera acompañada por un video muy interesante.
Otro de los temas que me gustan de forma casi obsesiva es "Inmortallity Passion", con un trabajo en guitarras y percusión antológico. Ese es otro de los puntos fuertes: el trabajo realizado por Frost en batería y percusión puede elevarse a la categoría de INFERNAL.
Otra de las cuestiones importantes de este disco, es que es el último en transmitir esa sensación de maldad ancestral, antigua y demoníaca centrada en aspectos más bien medievales. Por otro lado, la colaboración más interesante en la historia de la banda, ya que en guitarras está ese personaje de culto, Kveldulv, que no es otro que Nocturno Culto, de los Darkthrone.
A continuación editarían una serie de e.p.'s: "Meggido" (1997) e "Intermezzo II" (1999), con claras influencias industriales, que serían el escalón inmediato del acceso de Satyricon a la modernidad, a la sucia, gris y misantrópica ciudad, que habría sus brazos en negra bienvenida para la banda de sonido de los tiempos por venir.
"...Open the Gates To Inmortallity...!!"
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