noruegos |
Pasaron cinco años desde aquel "Age of Nero", y para mi valió la pena.
Nunca se le pudo endilgar a los noruegos hacer dos veces el mismo disco, ya que simplemente, hicieron siempre lo que se les cantó el culo. Escuchen sino "Rebel Extravaganza" (1999), para darse cuenta que las formas convencionales no les interesa.
Y abro de esta forma el paraguas porque a más de uno este disco lo va a dejar con la boca abierta, los oídos cerrados, y unas ganas de tirar a la mierda todos los pergaminos logrados por Satyr y Frost desde aquel lejano inicio en los '90.
Pero nada más alejado de la realidad.
Simplemente es un volantazo más en la carrera de los ex (?)-blackers. Un inicio bien marcial y casi doom en el instrumental "Voice of Shadows", para dar la bienvenida a un midtempo con "Tro Og Kraft" y unas guitarras extrañas que van dibujando entre melodías disonantes un gran riff que de a poco se va incrustando en mi mente, gracias al repiqueteo enfermo de ese ser extraterrestre que es Frost en la batería, y que se destaca en este disco como en pocos.
Casi todo el disco se debate entre la cosa lente y los medios tempos, lo que le da, para mi gusto, un aura de malignidad muy interesante, y un color diferentes a las canciones, que como contrapartida y punto negativo, son bastante similares entre si.
Para resaltar, hoy, solo por el fresco nocturno, me animo a mencionar la seguidilla "Our World, it rumbles tonight", "Nocturnal Flare" (muy parecido a K.I.N.G.), "Phoenix" y "Walker upon the wind", no solo por los climas que tienen, sino por los riffs, precisos y filosos como la puta madre.
En el caso de "Phoenix", es lo más cerca que Satyricon y Satyr estarán del pop, con el Sr. Sivert Høyem, vocalista de una banda alternativa noruega llamada Madrugada que no tengo el gusto de conocer. Con estribillo incluido, es una canción gothic rock típica de los 80', tamizada por el filtro de Satyr y un estribillo súper pegadizo que no puedo dejar de escuchar desde hace meses.
"Walker..." es el tema más rápido del disco, y el que más se acerca a la historia de la banda.
Palabras aparte para la portada, que debe ser una de las mejores de toda la historia de los noruegos. Un disco distinto y difícil, pero una vez que le agarras la vuelta, tan adictivo como los demás.
Satyricon dice presente nuevamente, y eso es una gran noticia.
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