Pura magia lo que hacen estos noruegos (para variar). Ya los había presentado con el que hasta ahora es su último disco, "Prominence and Demise" (2007).
Había dicho en esa reseña, que el del 2007 era el peor disco de la banda, habida cuenta de sus lanzamientos anteriores.
Este es el segundo, y es inmensamente superior al citado más arriba, por muchos motivos...aunque el único que cuenta es el gusto personal: me gusta más, tan simple como eso.
Acá, encima, está todo decorado con un ensamble de cuerdas sesionista compuesta por viola, violines y cellos, que realza aún más la veta clásica que le imprime el líder y principal compositor de la banda, Andy Winter (encargado de los teclados).
Lars Eric Si suena, si tal cosa es posible, más épico y dramático con sus voces, logrando composiciones delicadas y vertiginosas por igual. De nuevo, Hellhammer es un ser humano mezclado con alguna especie de terminator baterista, si no, no le encuentro explicación a lo que puede hacer con sus pies y manos.
Noruega es un país en donde la música ocupa un lugar importante entre los productos exportables, y Winds en un claro ejemplo de ello.
Si quieren saber cual es la dirección imaginaria del Tiempo, no tienen más que escuchar estas tristes melodías, y serán transportados al punto donde se curva Cronos, y perdemos noción de donde estamos.
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