26 de septiembre de 2008

Thelonious Monk "Monk's Dream" (1962)

sueño

¿Se quieren divertir? ¿Quieren sonreír mientras escuchan un poco de buena música? No les queda otra salida, entonces que escuchar este disco (aunque no el único) de Monk.
Como yo de composición no sé absolutamente nada, sino simplemente disfrutar la música a la que de apoco voy teniendo acceso, mis comentarios se centran justamente en eso, en el disfrute de la música. ¿Y qué mejor que Monk para disfrutar? Estamos frente al primer disco que grabara este cuarteto para Columbia Records.
Me los imagino a los cuatro sonriendo de la misma forma que yo lo hago mientras tocan estas hermosas 8 canciones. Todas tienen un Swing fantástico, un groove que solo los grandes son capaces de infundirles a sus ejecuciones
Y ocurre casi en la totalidad de los discos de este pianista maravilloso, empiezan a sonar y automáticamente uno empieza a mover casi instintivamente las manos chasqueando los dedos, al tiempo que marcamos el tiempo con los pies. Y así a lo largo de 46' 51''.
Simplemente un hermoso disco de este cuarteto integrado por el mismo Monk en piano, Charlie Rouse en saxofón tenor, John Ore en contrabajo y Frankie Dunlop en batería. Sinceramente a los demás músicos no los conozco tanto como a la música de Monk, aunque es algo que lo voy a solucionar en poco tiempo
Por lo pronto, acá les dejo esta maravilla para que la escuchen acompañados de un buen licor y un buen habano, como si estuvieran en algunos de esos tugurios de Jazz donde toda esta gente tocó a lo largo de tantos años.

2 comentarios:

  1. Olvidas decir que no sólo disfrutarán de la grabación sino que además se podrán evenenar con este ser tan genial que no se parecía a nada ni a nadie.
    Monk es uno de los primeros pianistas que encontré, entonces en España la edición de discos era muy pequeña, pero me llamó la atención el nombre. Y no era música fácil y necesité tiempo para apreciarla, opero terminé amándola profundamente.

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  2. Es cierto lo que decís, T. Monk es prácticamente un viaje de ida, de esos que con el paso del tiempo uno no puede dejar de sonreír ante la suerte que tuvo de cruzarse con un artista tan increíble, tan genial, tan loco y tan inabarcable como él. Después de haberlo escuchado es necesario volver continuamente a reescuchar sus discos, ya que a medida que pasan los años su música toma dimensiones inesperadas.
    Saludos desde Tucumán Argentina

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