20 de mayo de 2009

Astor Piazzolla y su Quinteto y Roberto Goyeneche "Noches del Regina-En vivo Teatro Regina Mayo 1982)

Un documento impresionante de dos artistas increíbles. Por un lado, el Quinteto de Astor Piazzolla (en su segunda versión), un par de años antes de tocar en el Festival de Jazz de Montreaux (en 1984). Los integantes: Pablo Ziegler en piano; Ferando Suarez Paz en violín, Oscar Lopez Ruiz en guitarra, Héctor Console en contrabajo y Astor en bandoneón. Y por el otro, Roberto "Polaco" Goyeneche, uno de los cantantes de tango más increíbles que dió Buenos Aires y la Argentina, capaz de interpretar hasta la coma escrita por el autor.
Una noche aparentemente maravillosa por lo que se puede escuchar, en medio de tanta muerte. ¿Por qué digo esto? Y bueno, mientras adentro del teatro Regina ocurría lo que después escucharán, en las Islas Malvinas, pibes de 18 años en adelante, en su mayoría conscriptos con apenas instrucción militar, combatían por un pedazo de tierra argentina contra uno de los ejércitos más poderosos del planeta...la Guerra de las Malvinas, pergueñada por un borracho genocida para evitar la caída de la dictadura militar más brutal de la historia del país, que sufriera Argentina desde el 24 de Marzo de 1976, hasta el día que asumió el recientemente fallecido Raúl Alfonsín.
Y se puede percibir esa tensión que explota en la canción 7, el clásico "Cambalache" en el que Goyeneche mete a la -en ese entonces primer ministro inglesa- "Dama de Hierro" como se la conocía, ni más ni menos que Margaret Tatcher, y la gente explota en aplausos, como una forma de distender la situación.
Aparte de esa canción, también tenemos "Balada para un loco", "Chiquilín de Bachín" y "El gordo triste", todos de Piazzolla y Horacio Ferrer (el poeta que acompañó durante muchos años a la música de Astor), más "La última curda". "El gordo triste" no es otro que Aníbal "Pichuco" Troilo, con quien Piazzolla tocase en sus comienzos, transformándose en su arreglador estrella, hasta que lo dejó para dirigir su propia Orquesta en el año 1949. El Polaco también fue el cantante de la Orquesta de Pichuco desde el año 1955 hasta 1966, y fue el tanguero que m´s se acercó a las nuevas generaciones de Rockeros en Argentina, tendiendo un puente estilístico que es imposible de atravezar sin recurrir a su voz y a su carisma (si, soy fanático del Polaco).
Todos los tangos cantados por el Polaco te erizan la piel y te emocionan de verdad hasta las lágrimas, pocos pueden provocar semejante caudal emotivo solo con su voz, y tal compenetración con lo que está cantando.
Como joyas del disco está "Tristezas de un Doble A", casi 20 minutos de el Quinteto en vivo, una demostración apabullante de sentimiento y técnica unidos en pos del placer de la ejecución, más "La muerte del Ángel"....como dije al comienzo, un documento histórico-musical imposible de pasar por alto. Simplemente inolvidable.
Acá

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