No mucho para decir. Me acuerdo cuando lo escuché por primera vez. Andaba buscando algo para escuchar relacionado con sonidos más clásicos dentro del Jazz y este disco cayó en mis manos.
El principio me chocó un poco, porque estaba acostumbrado a otro tipo de Jazz, pero después de la segunda o tercera escucha atenta, no podía creer...era imposible dejar de escuchar y mover el pie al ritmo de los temas.
Después me interioricé de quienes eran los que conformaban el sexteto de Paul. Y no lo pude creer tampoco. Músicos realmente importantes de la escena, por lo que la sorpresa era justificada (teniendo en cuenta que yo no tenía idea quien era Paul Chambers).
Ellos eran Kenny Burrell en guitarra (tocó con todas las grandes figuras del Jazz, debutando con Dizzy Gillespie en 1951); Donald Byrd en trompeta (tambien tocó con unos cuantos nenes, como Max Roach, Art Blakey, Coltrane, Sonny Rollins...); Paul Chambers en contrabajo (busquen en la red los músicos con los cuales tocó este tipo y es impresionante); John Coltrane en saxo tenor (¿alguien no conoce a 'Trane? ); Philly Joe Jones en batería (increíble baterista del Quinteto de Miles desde el '55 al '58) y Horace Silver en piano (quien pasó por incontables formaciones, con grandes como Hawkins, Monk, etc). Dos de las composiciones son del genial saxofonista, "Nita" y "Just for the Love", bastante oscuras por cierto.
Mención aparte para el gran ingeniero que grabara las sesiones, Rudy Van Gelder, encargado de las mismas en el sello Blue Note durante años. El mismo es considerado como uno de los grandes ingenieros de la historia del Jazz. Y ni hablar del sello, que junto con Prestige!, Verve, Columbia fueron, entre otros, los que impulsaron el crecimiento exponencial del género.
Por lo pronto, escuchen este pedazo de disco, que el disfrute está asegurado.
Ouch! Fuera de línea. Gracias por la reseña, es impresionante!
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