Septic Flesh "Ophidian Wheel" (1997)

rueda

Tercer larga duración de esta fantástica banda griega, y para mi gusto, el mejor disco de la misma.

Si bien es cierto que nunca hizo un Death Metal típico, ya que sus primeros dos discos eran bastante variados, y poseían un clima entre hipnótico, soñador y sugerente, sumado a que había canciones a medio tiempo que realzaban estas características, en "Ophidian Wheel" la experimentación es llevada al extremo, incluyendo estructuras pertenecientes al Doom, a la música clásica y al Heavy Metal más clásico, todo eso acompañado por una de las voces femeninas más completas del ambiente, con una clara preparación académica, la de Natalie Rassoulis, tan grandilocuente que por momentos te sorprende.

El disco es realmente complejo en cuanto a las nuevas sonoridades, nuevos juegos de voces y climas logrados, y todas las canciones suenan más que convincentes, resaltando aún más el dramatismo de la música en el momento que bajan las revoluciones y sacan a relucir antológicas melodías, como en "Razor Blades of Guilt", con esas armonías que parecen sacadas de algún disco perdido de Iron Maiden (algo que era bastante común en esos años, todas las bandas extremas empezaban a meter melodías e sus canciones). También hay canciones que se acercan más a la música ambiental que al metal, como "Tartarus" o "Microcosmos", y que después retomaran en el proyecto paralelo de música ambient/neoclásica llamado "Chaostar".

Un disco para disfrutar de principio a fin, y en el cual no encontraran ningún tema de relleno, lo cual es mucho decir. Y una de las mejores bandas de Grecia.