Una joyita hermosa para disfrutar al atardecer o, porqué no, al amanecer junto a una buena copa de licor y un muy buen tabaco en tu pipa preferida.
Todos los instrumentos están ahí para lograr un clima tan precioso y cautivador como estábamos acostumbrados a escuchar en los geniales Morphine, no habiendo ni una nota de más en ninguna de las canciones. Y todas y cada una de ellas son hermosas. Comenzando por la que abre la placa, "The end of my Dreams", sugerente desde el título.
La sensual "Summer Box", con una participación magistral de ese saxofón mágico e hipnótico. Y "Eddie Edison" no se queda atrás, siendo la más rockera del disco. "Come Clean", un susurro de Laurie, acompañada por sutiles notas melódicas, que te llevan directamente a la época de "Yes" de los grandiosos Morphine. Y el baile entre saxofón y bajo que propone "Calamity J." es tan hipnótico que querés que nunca termine, para que el trance continúe.
¿Trance dije? "Wrecking Ball" y "I wouldn't want to" siguen como banda sonora de este trip que va llegando a su fin, lamentablemente.
Como para terminar, se despachan con un fantástico tema de 7' llamado "Oona", plagado de melancolía, sensualidad y cierta tristeza (que recorre todo el disco en realidad) que paradójicamente te deja más feliz que antes de haber empezado a escuchar este disco. Que es tan misterioso y sugerente como el arte de tapa.
¡hola! Estoy buscando este disco hace mucho, si no te molesta, ¿lo podrias resubir?
ResponderEliminarMuchas gracias.