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¡¡¡Si señores!!! Volvió la miseria y la depresión hecha música. Volvió la desesperanza absoluta y el romanticismo eterno. Volvieron....¡¡los violines!! a My Dying Bride.
Cuanto se extrañaba ese sonido típico de los ingleses, cargado de depresión y buenas, memorables canciones.
Es cierto que "A line of deathless kings" (2006) era un gran disco, creo que no se podía encontrar canciones que se te clavaran en la mente instantáneamente. No era tan opresivo como el anterior disco de estudio de la banda "Songs of Darkness, words of ligh" (2004), sino que había más melodía. Pero faltaba algo. Algo que nos hiciese olvidar momentáneamente-aunque sea- discos como "The Light at the End of the World" (1999) o "The Angel and the Dark River" (1995), y por qué no "Like Gods of the Sun" (1996)...porque siempre que escuchábamos algún otro disco, siempre terminábamos comparándolo con alguno de éstos.
Eso que faltaba era justamente esas tristes melodías ejecutadas en el violín, que tanto dramatismo le sumaba a la música de la banda. Y volvió, el violín volvió, y espero que no se vaya por mucho tiempo.
La gran mayoría de las canciones tienen algo con violín, aunque se destacan "My Body, a funeral" y "For Lies I Sire"...o "Bring me Victory" que no se queda atrás en cuanto a dramatismo y épico sufrimiento.
¿Épico dije? Escuchen los casi 12 minutos del tema que cierra el disco y cuando se repongan de semejante demostración de poder me avisan.
Otro de los puntos fuertes son las vocalizaciones que está utilizando Aaron, realmente depresivas y terroríficas, una vuelta a las raíces. Y se fue el bajista de toda la vida, entrando en su reemplazo una mujer llamada Lena Abé...veremos que pasa, pero por ahora está ella.
Imaginen una mezcla perfecta entre los discos antes citados, más el sentimiento del increíble "Turn loose the swans" (1993) y se darán una idea de lo que pueden llegar a escuchar y disfrutar.
Señores, de pie que la novia agonizante parió uno de los mejores discos de su carrera. Nueve nuevas canciones para sentirse el ser más miserable del universo, y disfrutar con ello.
Disfrutemos un futuro clásico, para que después podamos decir "yo lo escuché cuando recién salió".
My Dying Bride tiene tan buenos discos que es difícil saber ahora si este es de los mejores de su carrera. No obstante, con más cuerpo que el anterior, algo más denso, y tres o cuatro temas que serán clásicos de su extraordinario repertorio, en especial el primero y el último, como bien dices.
ResponderEliminarY el regreso de los violines!
http://lix.in/-c7488f
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