21 de diciembre de 2009

Led Zeppelin "II" (1969)

blues
Como para levantar un poco después de tanta oscuridad y opresión en el cuerpo, llegan estos genios absolutos.
Luego de editar su primer disco, durante su primera gira por Estados Unidos, Led Zeppelin graba esta obra de arte sin comparación. Solo 9 meses después de ese primer esfuerzo, y no les costó absolutamente nada llevar a cabo este, hoy, pedazo de historia.
Page es uno de los dioses del riff indiscutido de la historia del Rock, y para entender esto hay que escuchar los discos de los Zep. Ninguno en particular, todos son grandes muestras de poder musical, aunque en este disco hay algunas perlas que muestran de lo que era capaz.
"Whole Lotta Love" y su riff inicial, y las experimentaciones psicodélicas del medio son increíbles, y te dejan sin respiro. Hay baladas blueseras hermosas que se transforman rápidamente en rocks del tamaño de un mamut, como "Ramble On", por ejemplo.
Ahora que lo pienso, cualquier disco podría ser un grandes éxitos y ni nos daríamos cuenta. Baladas. Escuchen "Thank You" y si no se les ilumina la cara y les comienza a latir un poco, aunque sea un poco más fuerte el corazón, es que están tan muertos como los expectadores de la obra de teatro en el cuento de Clive Barker titulado "Sexo, muerte y luz de estrellas".
Para riffs monumentales también tenemos el de "Heartbraker".
Pero no solo hay riffs, los arreglos de bajo y teclados son simplemente impresionantes. Solo un tipo experimentado como Jones podría haber dado esos pulsos gordos y definitivos, aunque siempre acompañado por esa bestia que bien podría haber salido del mismo planeta que Jimi Hendrix . La bestia Bonham, un mutante con varios brazos invisibles y con el poder de seres sobrenaturales en cada uno de ellos. Es la única explicación que encuentro para semejante demostración de poder. Recuerden que en ese entonces no había la tecnología actual, por lo que para tocar había que pegarle de verdad a los parches.
El lugar para escuchar ese poder y bestialidad es en "Moby Dick", pero no en la versión en estudio, sino esa maravilla en vivo que dura casi 26'.
De Plant lo único que voy a decir es que uno de los cantantes con más energía, carisma y química que escuché en toda mi vida.
Química, Led Zeppelin tenía eso. Lo que a muchas de la actualidad les falta (por ejemplo a ese bodrio insoportable llamado Audioslave).

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