3 de enero de 2011

The Mars Volta "Frances the Mute" (2005)

vuelta
Segundo disco de estos monstruos del Rock progresivo, actualmente radicados en México.
Lo suyo es la mezcla perfecta entre lo progresivo, la psicodelia de las bandas de fines de los '60 y '70 y el Jazz y la improvisación lisa y llana.
Las canciones son pura adrenalina, y están repletas de melodías  y cuelgues, pero sin perder el gancho que hace que las recuerdes y diferencies entre ellas.
El núcleo está formado por dos ex-integrantes de At the Drive-in, lo que constituiría la sociedad compositiva y motor creativo de la banda: Omar Rodriguez López (guitarra) y Cédric-Bixler Zavala (voz)...de ellos depende lo que vas a escuchar y disfrutar en cada obra.
No se como explicar a que suenan estos tipos sin recurrir a músicos de antaño. Descarto que a Carlos Santana lo conocen (si no, deberían)...bueno imaginen cuando el guitarrista se dedicaba de verdad a la música (y no a ser el esclavo de productores que le "aconsejan" tocar lo que está de moda), por los años de "Abraxas", "Santana", "Borboletta" o de esa descomunal colaboración en vivo con Buddy Miles, pero agréguenle la intensidad y la pasión que se encargó de perder, y tendrán una idea somera de a lo que se enfrentarán cuando le den al play.
El simple de difusión elegido fue la hermosa balada "The Widow" acompañada de un bellísimo y oscuro video vintage, que lo llegaron a pasar por varios canales de T.V. También estaba "L'Via L'Viaquez", pero editada para ser radiable (que término espantoso), a unos patéticos´5 minutos. Es en la versión original de este tema donde podemos escuchar en todo su esplendor las influencias latinas de la banda, con percusiones extraídas de las entrañas del Caribe.
Por otro lado también podemos darnos el lujo de escuchar a invitados de lujo, como John Frusciante y Flea (de los Red Hot Chilli Peppers), con una intervención maravillosa de trompeta de este último.
Guitarras juguetonas y anfetamínicas, que se persiguen entre ellas y cuando se alcanzan, aparece otro instrumento para provocar el enojo y la ira de la batería (que parece haber tomado empuje desde arriba del Aconcagua), que desciende alocada tratando de pegarle a los vientos, que siguen burlándose y jugando a las escondidas entre ellos, e incluso con nosotros.
Intensidad, vértigo y muchísima pasión de la mano de una banda que le tapa la boca a todos los estúpidos que auguran la muerte del Rock.
Uno de los mejores discos de la década pasada, y una de las mejores bandas.

1 comentario:

  1. ehh q grande!! me encanta Omar Rodriguez Lopez, casi siempre estamos sintonizando Dark

    Fko

    ResponderEliminar