¡¡¡Puta, que forma de mierda de empezar el año!!!
No se en otros países, pero en Argentina, todos aquellos que tienen más de 50 años, hoy deben estar derramando una lágrima por esa señora petisa, con cara de buenita, que escuchamos desde que tenemos uso de memoria.
Una forma tan hermosa de entender la relación entre las palabras y la infancia, sin tratar a esta (y a los niños)como simples estúpidos o subnormales, sino como personas con una capacidad asombrosa de dejarse inundar y divertirse con esos juegos.
Pero no solo había juegos de palabras, porque era una compositora del carajo, una tipa que en serio se tomaba el oficio de escritora. Libros "para niños", obras de teatros, poemas que luego fueron musicalizados e interpretados por otros artistas (Julia Zenko, Mercedes Sosa, Lito Vitale, Teresa Parodi, Víctor Heredia, Jairo, etc), algunas metáforas logradísimas para metabolizar esa tierra perdida por el exilio:
"Serenata para la Tierra de Uno":
Porque me duele si me quedo pero me muero si me voy, por todo y a pesar de todo, mi amor, yo quiero vivir en vos. Por tu decencia de vidala y por tu escándalo de sol, por tu verano con jazmines, mi amor, yo quiero vivir en vos. Porque el idioma de infancia es un secreto entre los dos, porque le diste reparo al desarraigo de mi corazón. Por tus antiguas rebeldías y por la edad de tu dolor, por tu esperanza interminable, mi amor, yo quiero vivir en vos. Para sembrarte de guitarra para cuidarte en cada flor, | ||
y odiar a los que te lastiman, mi amor, yo quiero vivir en vos. Ni hablar por supuesto de "La Cigarra", una de esas composiciones que pueden ser ejecutadas/interpretadas por cualquiera, porque lo importante era lo que decía/dice la poeta: |
Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, Sin embargo estoy aquí resucitando. Pero si estoy a la desgracia y la mano con puñal por qué mató tan mal, y seguí cantando. Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra. Tantas veces me borraron, tantas desparecí, a mi propio entierro fui sola y llorando; hice un nudo en el pañuelo pero me olvidé después que no era la única vez y seguí cantando. Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra. Tantas veces te mataron, tantas resucitarás, cuántas noches pasarás desesperando. Y a la hora del naufragio y la de la oscuridad alguien te rescatará para ir cantando. Cantando al sol como la cigarra después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra. Un homenaje un poco tonto, y escueto, para una escritora impresionante y sobre todo honesta. Chau María Elena, nos estamos leyendo/escuchando, en compañía de mis hijos. P.D.: Me rectifico, seguramente la gente de mierda, esos culpables de delitos contra la humanidad (Videla, Menéndez, Bussi, etc.), no sentirán esta triste pérdida. |
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