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Otro músico que despunta el vicio y nos deleita con proyectos etéreos o marciales con un toque industrial es Richard Lederer (Protector) de Summoning, quin aparte toca en Iced Ages, en Pazuzu y en Die Verbannten Kinder Evas. El otro músico que interviene en Summoning también toca en Abigor, banda austríaca de Black Metal, donde tocaba con Tharen, actual compositor de Dargaard, en donde también canta Elisabeth Toriser, quien también canta en Abigor y Die Verbannten Kinder Evas...como verán todos se conocen en Austria y comparten bandas y gustos musicales.
Lo que Dargaard nos obsequia en este disco, el cuarto de la banda, es una música que los catálogos de diversas páginas de Internet (Y sellos discográficos) la presentan como Dark Ambient Neoclassical. Y es acertada la etiqueta, que sirve como referencia a la hora de responder el consabido:"¿Che y estos, que onda, que hacen?".Es muy interesante escuchar a Dargaard completamente a oscuras con un buen té, de esos de hierbas (je!!!), como para generar un clima acorde a la música; esta se encuentra llena de teclados que suenan por momentos oscuros, por momentos épicos, o celestiales. La voz de Elisabeth le da un toque medieval que acercaría a Dargaard a la banda Die Verbannten Kinder Evas.
En este disco (que no es el mejor de la banda), nos presentan 7 pequeñas historias: en una de ellas un Lord (Soth) quien en una época era un honorable caballero, es desterrado por los dioses debido al fracaso en restaurar el orden en el reino. La segunda historia es acerca del portador de la luz, de la llama del conocimiento, en un mundo lleno de ciegos, quienes son guiados por el portador.
El tema "Winter" es el más relacionado con el arte de tapa de este disco (y la letra que más me gustó): "Evoco el frío, las señales de la llegada del invierno. Negras manos se alzan al cielo. Siluetas de árboles sin más hojas creciendo en sus largas y pobres ramitas. Espejos del alma me muestran una oscurecida cara. Aguas-heladas y escabrosas, inmóviles. Un manto blanco, está cayendo nieve desde el cielo, ocultando la faz de la tierra. Mil dagas desgarrando mi piel, vientos desde el norte, solo en los cielos. Evoco el frío, las señales de la llegada del invierno. Los cuervos parecen ser la única vida a mi lado. De repente, cubren mi visión hasta el horizonte. La sangre se vuelve hielo, la carne roca. Evoco el frío, las señales de la llegada del invierno". Y todavía faltan un par de canciones..prueben este frío cóctel noruego, para después dar paso a sus más herméticos primeros discos, que están relacionados con el tiempo y la eternidad, casi una fijación de estos austríacos.
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