29 de agosto de 2008

Morphine "The Night" (2000)

noche

Disco que se editó con posterioridad a la muerte del líder de este trío refinado de "art" Rock.
Con la extraña formación de batería (Billy Conway/Jerome Deupree), saxofón (Dana Colley) y bajo slide de dos cuerdas (Mark Sandman), Morphine se encargó de redefinir el concepto de Rock, evitado usar el instrumento por antonomasia del estilo, la guitarra. Y la verdad que cuesta imaginar el sonido de ella dentro de las texturas y sonidos hipnóticos provocados tanto por el bajo como por el saxofón, que sin llegar a ser opresivos, dibujan y generan cierta tensión en el que escucha, dando por resultado una música que si bien es muy disfrutable, dista de ser alegre, lo que hace que uno tenga que estar más atento todavía a lo que ocurre dentro de los discos.
Morphine no dispone de una discografía muy extensa; sin embargo, todo lo que editaron es de una calidad superior al promedio de las bandas indies americanas. A lo largo de sus cinco discos de estudio definieron un sonido tan característico como se podría decir, salvando las distancias estilísticas y de género, por ejemplo, de bandas como AC/DC, Led Zeppelin, Black Sabbath, etc. ¿Qué quiero decir con esto? Que basta escuchar un acorde, la voz o el sonido del bajo o del saxofón para saber que estamos frente a Morphine, cosa que no muchas bandas pueden llegar a realizar.
Las influencias que encuentro en la banda van desde algunos toques psicodélicos tomados de The Doors (sobre todo en algunas canciones donde Mark canta de forma muy similar al gran Rey Lagarto), y mucho, mucho Jazz (el sonido del saxofón me recuerda a Coltrane y a Sonny Rollins, por ejemplo).
Mi encuentro con la banda se dio con uno de sus mejores discos, "Yes" (1995) en el que está la canción "Free Love", que se destaca por su densidad, una especie de Doom rockero súper oscuro y opresivo. A partir de ahí no pude dejar de escuchar su música.
Pero vamos a este disco puntualmente. Instrumentalmente consistente, no es tan oscuro como sus antecesores, y es superior a "Like Swimming", que fuera editado inmediatamente antes que este.
En "The Night", encontramos más introspección que en "Like..." Es más calmo también, y más diverso en cuanto a las canciones en sí, que no cansan en ningún momento, y que vuelven a tener la marca registrada que me conmovió y sorprendió cuando escuché la banda por primera vez: el disco te deja con ganas de más, termina pareciendo por demás corto. Por otro lado, si la banda hubiese seguido (esto es, si Mark Sandman no hubiese muerto), es probable que el disco sirviese como una bisagra para la carrera de Morphine, ya que la experimentación es llevada incluso al terreno de las voces, donde es acompañado por dos mujeres, logrando muy buenos resultados, al igual que la inclusión de cellos, violines y órgano que proporcionan nuevas texturas y colores a las canciones, como así también algunas melodías cercanas a la música oriental (como en "Rope on Fire").
En definitiva, un mix de Blues, Psicodelia, Jazz y personalidad hasta el punto de no encontrar en la actualidad ninguna banda que me sorprenda dentro del estilo tanto como Morphine. Sin ser su mejor lanzamiento, una forma más que digna de terminar con su historia.

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