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Todo el período de la década de los '80 está tapizado de discos geniales del Flaco (y de otras agrupaciones y solistas, hay que decirlo), con canciones tan increíbles e inolvidables como "La pelícana y el Androide" de "Privé" (1986), "Fina ropa blanca" en "Don Lucero" (1989), "No te alejes Tanto de mi" en "Mondo di cromo" (1983) o "Barro tal vez" en el increíble acústico "Kamikaze" (1982)-zamba compuesta por Luis a los 15 años (que pedazo de guacho, la verdad)-.
Todo muy lindo, pero ahora estoy con "Téster...", y bien podría ser un grandes éxitos y nadie se daría cuenta.
Todas las canciones acusan una poesía densa y difícil de soportar, y también nos revela a un Luis crítico de la realidad que le tocaba vivir (a mi también, ya tenía 13 años ahora que lo pienso). Como ejemplo, "La Bengala Perdida", una de las canciones más tremendas escritas por el Flaco (va para vos Cefito): Tu jeep no arranca más, ni siquiera un milagro te haría salir, del barro no volverá. Adentro queda un cuerpo, la bengala perdida se le posó, allí donde se dice gol. Dejaron todo bajo el vendaval y huyendo del lodo no se supo más, bajo la lluvia el chasis se pudrió y allí también la criatura de Dios. Después volvió el amor, al llegar un verano él se enamoró, tuvieron un lindo gordi. Bajo la herencia la inmortalidad, cultura y poder son esta porno bajón, por un color, sólo por un color, no somos tan malos ya la cancha estalla en nada Sin darme cuenta voy cayendo en cruz hacia el cenit, el cielo ya no tiene mis pies. Y la espiral que me habrá de llevar no es mejor que todas esas vueltas que dí, buscando un amanecer, buscando un amanecer, buscando un amanecer. No hay una cuestión que no conduzca al mar, tan solo así de noche puede uno descansar. Dios de probeta de piadosa luz de corderoy, Tití portando un dulce Exocet, que busca de piel en piel, que busca de piel en piel, que busca de piel en piel. De las tribunas se puede regresar, tan solo hace falta ser de masa gris. Las aguas tienen un recurso más, moviendo las olas ya no hay realidad, ondas en aire. Un tibio día se precipitó hasta aquí, aquí donde no hay nada que hacer. Y la mujer que sabe el devenir porque ve mirando con el ojo del sur, el ojo que mira al magma, el ojo que mira al magma, el ojo que mira al magma. Inútilmente no se vuelve aquí y es que algo habrá el cielo sólo quiere jugar. No quiero un valle de catacumbas nunca más, no quiero que me llenen de sal, jugando hasta no poder, jugando hasta no poder, jugando hasta no poder. Bajo la herencia la inmortalidad, cultura y poder son esta porno bajón, por un color, sólo por un color, no somos tan malos todo va a estallar, ondas en aire, ondas en aire, ondas en aire.
Solo esta canción vale el disco. Es impresionante el poder invocante de la palabra. Solo leyendo nuevamente la letra me es difícil no emocionarme. Se encuentra inspirada en un suceso en una cancha de Boca, cuando desde una tribuna alguien disparó una bengala y se le clavó en el cuello a un hincha de Racing que estaba en la tribuna opuesta y lo mató (creo que era un niño). A partir de aquí adquieren sentido frases tremendas y horrorosas de la canción que alcanzan un nivel de emotividad tan tremendo como insoportable. Que grande el Flaco, porque escribir "...la bengala perdida se le posó, allí donde se dice gol..." para describir eso...solo Spinetta puede tener una salida de este tipo. Lo mismo cuando dice "...por un color, sólo por un color, no somos tan malos...", y es cierto en todos los sentidos que podamos darle. Y la frase que terminó de hacerme comprender el porqué de la estupidez de ese circo patético llamado fútbol: "...De las tribunas se puede regresar, tan solo hace falta ser de masa gris...".
Podría estar escribiendo horas solo de esta canción. Prefiero seguir adelante para no aburrir.
Otro punto alto es "El Mono Tremendo", esa cosa deforme y ultra moderna donde participan sus hijos y Lucas Martí (quien formaría A Tirador Láser).
La formación que grabó eldisco no pudo ser menos que impresionante: Luis Alberto Spinetta; en bajo, Carlos Alberto "Machi" Rufino (quien había tocado con Spinetta en Invisible); en teclados Juan Carlos "Mono" Fontana; en guitarra Guillermo Arrom; en batería Jota Morelli.
Solo escuchen el disco y disfruten que el Flaco no te defrauda nunca. (Bueno, cuando lo querés hablar después de un recital es bastante pelotudo, pero eso es otra cosa).
Desde la primera vez que escuché ese tema en una radio de FM (hace muuuuucho tiempo) quedé enganchado. Era un tema más entre varios de rock argentino (soy uruguayo)que pasaban en la radio y me sorprendió la imagnen y la voz cuando canta "con sus brazos en cruz, cae hacia el cenit". Durante años me quedó esa imagen y su voz, años buscando el disco sin encontrarlo (acá en Montevideo no es como ahí en Baires). Varias veces fui ahí a Baires, compré discos de Spinetta pero nunca estaba ese tema...y yo no sabía describirlo correctamente. Luego lo encontré y hasta el día de hoy me sigue emocionando y maravillando. Dicho sea de paso que una vez hablando con un vendedor de CDs en una feria que sabe bastante de música y no le gustaba mucho Spinetta, se lo puso a escuchar en serio y a gustarle después de haber escuchado "La bengala perdida".
ResponderEliminarGracias por el comentario Marcel. Te digo que no estoy en baires precisamente, sino en Tucumán que está mucho más al norte, en donde tampoco es fácil conseguir música, aunque con los discos de Spinetta no se hace complicado la verdad.
ResponderEliminarY si, ese tema es "demasiado" la verdad, para cualquier cabeza con un poco de sensibilidad, te deja como atrapado en diversas imágenes, todas altamente angustiantes.
Saludos desde Argentina.