26 de octubre de 2009

Fito Páez "Del '63 (1984)

Pensando en muchas cosas, de repente quedé paralizado.
El blog lleva desde el año 2007 abierto. Y nunca, pero nunca hice una referencia o una reseña al primer disco que compré. Al que inició la colección.
Y si fue éste, el primer disco de Fito. Yo tenía recién 10 años cumplidos cuando acababa de salir. Ni me pregunten porque lo compré, ni de donde salió la plata. Si les puedo decir que ese cassette (no existía el cd en Argentina en esa época) todavía existe, y lo tiene mi hermana menor.
Lo que si lespuedo decir es que es uno de los discos más honestos y creíbles de la época. Y todas las canciones son maravillosas, y con ellas pase gran parte de mi niñez y adolescencia momentos muy agradables.
Recién dije canciones. Grandiosas. Todas ellas. Empezando por esa especie de historia resumida de los cortos 20 años de Fito en "Del '63" que tiene una letra inspirada que te ubica en lugares jodidos y tristes al mismo tiempo de la historia (llegada del hombre a la luna, Kennedy, Vietnam, los '70 en la Argentina-sobretodo a partir del golpe genocida del '76- la muerte de Lennon). Una canción emocionante, simplemente. Todos atravesamos alguna vez alguna de las situaciones planteadas en este reporte de un pibe de 20 años, o casi: "....el siglo se muere y no cambia más, está agonizando en algún hospital..."Que bueno la verdad.
"Tres agujas" destila un aire tan melanco y dependiente que sirve de respuesta anticipada a la "Rumba del Piano", como si fuera un tango moderno (cosa que repetiría en el disco que lo consagró, "El amor después del amor"): "...cambiar para sentirme vivo...". Frases que van quedando incrustadas en lamente de uno con el constante repetir del disco durante años.
"Viejo Mundo"...ahora mientras lo escucho haciendo la reseña se me llenan los ojos de lágrimas. Es emocionante lo que puede lograr la simple combinación de voces y música (¿más voces?).
Después la divertida "Rumba del Piano"(versionada magistralmente por el gran Caetano Veloso).
Pero Argentina, y nuestro rock, tiene vetas alegres (escuchen Los Twist), y cosas negras (como la historia).
Esa cosa densa y oscura, difícil de tragar después de tanta melodía Pop se presentifica, casi se corporiza en "Cuervos en Casa": Que yo te quiera es casualidad, están chupándome la sangre si usted me quiere es casualidad, están chupándole la sangre Hay en Italia un capital, digitan el comportamiento Hay un país en algún lugar, matar para matar el tiempo Qué flaco estoy, no es casualidad, están chupándome la sangre Qué feo olor, no es casualidad, están chupándole la sangre Hay un rumor en la catedral, están pintando las paredes Hay una música en la ciudad, hoy matarán al presidente ¡Cuervos! Tiene más filo una decisión que una gillette en la espalda ¡Cuervos! Estoy sangrando por algún pulmón Cuervos en Casa Rosada, Cuervos en Casa Rosada. Cría cuervos, la Casa Rosada. Un trompetista se resfrió, están chupándole la sangre Este es el cuadro de situación, prendieron los ventiladores Mi General, qué bien se lo ve, parece que hoy comió traidores. ¡Cuervos! Tiene más filo una decisión que una gillette en la espalda. ¡Cuervos! Estoy sangrando por algún pulmón Cuervos en Casa Rosada, Cuervos en Casa Rosada. Cría cuervos, la Casa Rosada.
Je, je, je. Música Pop inofensiva. Que enojado que se lo escucha en esta canción al rosagarino. Y para la época daba para estar enojado por éstos lugares. Este clima se repetiría a lo largo de todo un disco de Paez, que se editara en el '87, y el más oscuro de toda su discografía: "Ciudad de Pobres corazones".
Me desvíe. Para disolver ese trago áspero y ácido llega un tema calmo y hermoso que si bien corto, lo hace mejor aún: "Sable chino". Para después, así pegado nos inunda otra extraña mezcla tan argentina de tristeza y alegría, de melancolía, bajo el título de "Rojo como un corazón". Y para rematar y dejarte esperando un toquecito de alegría que alumbre el final de esta historia esta esa bella canción llamada "Canción sobre canción".
Si, al final llega esa luz no muy enceguecedora, como para que nos vayamos tranquilos a escuchar otra cosa, o nos genera la pregunta (a mi en su momento me la generó: ¿como será Budapest?): "Un rosarino en Budapest". Siempre hay otra música en el aire. Por lo menos para quienes no nos conformamos con lo habitual y lo esperable, y buscamos nuevos horizontes (en este caso en la música que escuchamos).
De toda forma, para buscar un horizonte es necesario tener un punto de partida, y este disco es el mío. Increíble la verdad. Hace 25 años que lo escucho, y aún así me sigue conmoviendo. Es más, mis hijos pueden diferenciar a Fito, al Flaco, a Floyd y a Piazzolla. Trabajo realizado, no?...
Eso creo que hay que aprovecharlo, porque no suele pasar muy seguido. Digo, que te sigas conmoviendo con algo que conocés de memoria practicamente.
Así que, les muestro, les obsequio mi punto de partida.
Disfruten.

5 comentarios:

  1. Gracias por tu comentario che.

    Un abrazo!

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  2. Nada hombre,es gratis,por cierto,donde esta?
    Un abrazo.

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  3. No me mires con esos ojos,que me pones nervioso.

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  4. Impecable , muy bueno el resumen afilado y enamorado de este disco . Claro un muy buen punto de partida .

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